Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Andalucía: la pelea contra el amianto en colegios y tuberías

El amianto se ha convertido en uno de los grandes males generalizados de los últimos años. El peligro de un mineral que, al manipularlo desprende fibras que se inhalan y que, de forma silenciosa, perjudican la salud en las décadas siguientes provocando cánceres de gran gravedad. Por eso, una vez se conoció, expertos como Grupo Torres y Ocaña, con casi dos décadas de experiencia dieron un paso al frente para certificarse y poder trabajar en su retirada de manera segura tanto para los inquilinos como para sus trabajadores.

Andalucía ha sido una de las Comunidades Autónomas con más incidencia en este tipo de producto. Colegios, tuberías o incluso edificios de viviendas y oficinas han tenido que acometer trabajos de desamiantación.

Hasta que en 2001 se legislara sobre ello, España había importado ya más de 2.000 millones de toneladas, algo que aún hoy sigue pasando factura en la salud de quienes se han visto expuestos al mismo de forma regular.

La Junta de Andalucía ha puesto ya en marcha una partida de 60 millones de euros destinada, en exclusiva, a retirar el amianto en más de 220 centros de enseñanza en los que se demostró que este mineral había formado parte de su construcción, acción que hoy en día pone en peligro a los más pequeños y cuya limpieza no estará finalizada en su totalidad hasta dentro de dos años.

“Aunque sin registro oficial del número de obras en las que se utilizó, se encuentra en todo tipo de edificios (fábricas, oficinas, colegios, cines…), en tuberías y en tejados como elemento de insonorización o aislamiento término. Fibrocemento o uralita son los nombres más reconocibles de este material tóxico que, desde su prohibición en 2002, se ha ido reemplazando por otras fibras de revestimiento no perjudiciales para la salud.” Comentan desde el Grupo Torres y Ocaña.

Aunque más peligroso que en los centros escolares, cuyo control está ya fuera de toda duda, es el caso de las tuberías.

En España se estima que de los 200.000 kilómetros de la red de cañerías, 40.000 están construidos con fibrocenteno, según datos de 2012 de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamientos (AEAS). IU Andalucía, que eleva los kilómetros a 150.000, consiguió hace un año que el Parlamento andaluz aprobara una proposición no de ley (PNL) para la elaboración y aprobación de un Plan de Eliminación de las Conducciones de Agua Potable de fibrocemento.

Un peligro al que hay que ponerle solución lo antes posible.