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Campañas de marketing: el éxito del neuromarketing

Las neuroventas cierran acuerdos que podrían escaparse, incrementando hasta en un 20% el impacto de marca y consiguiendo un incremento de ventas que se sitúa entre el 10 y 20% gracias a la figura del cliente, que se convierte en vendedor silencioso de la compañía” Así de rotunda se muestra Marité Rodríguez, experta en Neuromarketing.

El 95% de las decisiones que tomamos en nuestro día a día son producto de nuestro sistema emocional. Por esta razón las grandes marcas hacen historias contando historias. Con la nueva disciplina, el  Neuromarketing, el storydoing, ha dado paso al storyliving y se trata de atraer al público objetivo que cree en el estilo de vida que tu marca cree con impactos emocionales.

Y hay grandes ejemplos de éxito de compañías que, aprovechando sus beneficios a la hora de llegar a la audiencia, utilizan sus técnicas para llegar al gran público. Es el caso de Coca Cola, que históricamente ha sabido captar la importancia de usar la diversidad para sus campañas. ¡Papá Noel incluso se vistió de rojo!, pero una de las más efectivas incluyen mensajes musicales que conectan con su público objetivo, integrándolo en un mensaje.

El control, la seguridad y la contención es otra de las grandes neurometáforas que marcas como Michelín han utilizado para llegar al público a través de historias que, por sencillas y visuales, llegan a toda la familia por igual para involucrar en el mensaje y protección a todos sus miembros.

Además de conseguir la venta a través de estas técnicas, se consiguen tres objetivos imprescindibles para las marcas: acortar el ciclo de venta, incrementar los beneficios de la marca que se representa y reforzar la figura del técnico de ventas como asesor” concluye Marité.

La neurociencia consigue interpretar las percepciones del consumidor en términos de comportamiento. Está demostrado gracias a pruebas médicas como los escáneres o los propios TAC. Apelar a la emoción cambia la percepción del cerebro ante un producto.

Formarse en esta tendencia de marketing, encaminada a cubrir y cumplir las expectativas que deposita el comprador sobre un producto es imprescindible para el tipo de entorno mercantil que está llegando, mucho más apegado a las emociones en las decisiones de compra.

¿Por qué ha llegado esta disciplina para quedarse? Porque el tiempo de disfrute del consumidor se incrementa, consiguiendo engagement y también eco y, porque además, las marcas aún tienen recorrido en la disciplina ya que apenas las pioneras han apostado por formarse y ofrecer este tipo de mensajes.

De aquí a cinco años supondrá una revolución en la forma de entender el marketing.

Las emociones venden y han llegado para quedarse.