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Catálogo de regalos: el reclamo que no pasa de moda

¿Cuántas veces se va a una gasolinera, en vez de a otra, precisamente porque se cuenta con un catálogo de regalos al que se accede mediante puntos por el consumo que queda registrado en su tarjeta de fidelización?

Y como en las gasolineras, en empresas y demás ferias que saben que, una de las campañas de marketing que mejor fidelizan y conectan con el usuario es, precisamente, la recompensa por la elección de consumo en su marca.

Si durante años ha estado en boca de todos el regalo de empresa, ahora, más que quedarse en un regalo con el logo corporativo, que sigue funcionando en contextos como ferias, es hora de hacer un catálogo con productos que puedan ser del interés del público objetivo de la corporación para premiar su fidelidad con productos tecnológicos, perfumes, viajes, planes de aventura o, incluso, servicios de streaming.

«Cada vez nos llegan más empresas que buscan dar realmente lo que sus clientes pueden querer. Suscripciones, un regalo en forma de dispositivo tecnológico o incluso una pieza de una joyería conocida. Se trata de premiar y, ahora más que nunca, es necesario hacerlo. El hecho de que un cliente siga recurriendo a una empresa cuando en el mercado hay varias en cada sector merece, al menos, que la compañía le premie y devuelva su compromiso de alguna manera» explican desde Galanta.

Tres pilares: fidelización, incentivos y motivación

Estos tres conceptos son los que lleva por bandera esta empresa, que se encarga no solo de diseñar cada catálogo a medida sino que gestiona su adquisición y almacenaje para dar servicio cuando así se requiere.

La fidelización de los clientes es clave, pero también lo es el incentivo para los comerciales o para los puntos de venta. El buen servicio debe ser motivado. Al igual que un cliente que ve que se le trata bien y que encima recibe contraprestación, es fácil que vuelva, un trabajador que puede conseguir algún incentivo por llegar a algún objetivo marcado, puede ser clave para que se esfuerce aún más en su trabajo.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de premiar, no de presionar más. Este tipo de catálogos de regalos funciona cuando se trata de motivar.

Un trabajador motivado, que esté a gusto en la compañía, que se sienta valorado y que, además, para premiar su esfuerzo y compromiso por el trabajo bien hecho, elige un regalo…el mes siguiente volverá a dar lo mejor de sí mismo.

Una estrategia que permite, no solo fidelizar al cliente, sino también al representante de la empresa que trata con él.