MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
El servicio de estudios de CaixaBank prevé que el déficit energético de la economía española represente el 3,5% del PIB en 2023, frente al 4% alcanzado en 2022, ejercicio en el que las importaciones de productos energéticos se elevaron hasta los 52.000 millones de euros.
De esta manera, según lo recogido en el informe de la economía española elaborado por CaixaBank en febrero, este año se reducirá algo más de una cuarta parte del incremento del peso del déficit energético en el PIB, que se elevó en 1,9 puntos en 2022 tras representar el 2,1% en 2021.
La mejora de 2023 se producirá gracias principalmente a la corrección de los precios del petróleo. Así, CaixaBank prevé que en 2023 el déficit comercial de petróleo pase de un –2,2% del PIB a un –1,8%.
Por el lado del gas natural, el servicio de estudios considera que la probabilidad de que el déficit energético para 2023 no aumente se ha intensificado con el descenso reciente de los precios cotizados en el mercado TTF, coincidiendo con unas semanas de menos frío de lo habitual, lo que reduce el consumo de reservas acumuladas, y la aprobación por parte de la Comisión Europea del techo al precio del TTF en 180 euros por megavatio hora (MWh).
De hecho, los mercados de futuros descuentan a finales de enero una moderación en el precio promedio del TTF de 2023 claramente por debajo de los 100 euros por MWh, mientras que en diciembre se apuntaba a precios alrededor de 140 euros por MWh.
Sin embargo, como contrapeso CaixaBank ve probable que, a medida que se vayan renovando los contratos de abastecimiento de gas en 2023 a precios actuales, el coste medio pueda seguir aumentando.
En todo caso, estima que los precios reales de importación de gas se mantendrán elevados. Con ello, prevé que el déficit comercial de gas se sitúe en el 1,7% del PIB, sólo 0,1 puntos menos que en 2022.
El déficit comercial de gas natural alcanzó los 22.200 millones de euros entre enero y noviembre de 2022 (último dato publicado). Se trata del máximo de la serie histórica y contrasta con los 6.700 millones de idéntico periodo de 2021.
Otro de los principales causantes del empeoramiento de la balanza energética fue el petróleo, que en los 11 primeros meses de 2022 alcanzó un déficit de 26.800 millones de euros.
Esto se debió a que el precio de aprovisionamiento de las importaciones de petróleo se situó un 68% por encima del mismo periodo de 2021, en línea con lo observado en el precio del barril de Brent en euros.
Además, la recuperación de la movilidad llevó a que el volumen de importaciones de petróleo se siguiera recuperando, con un crecimiento de un 5,6% con respecto al mismo periodo de 2021, si bien aún se situaron algo por debajo de 2019.
En cuanto a los otros dos componentes de la balanza energética, el carbón y la electricidad, el encarecimiento de las importaciones de carbón (su precio se multiplicó por 2,2) se vio compensado por el incremento en las exportaciones de electricidad, en buena parte producidas con gas importado.
