BILBAO, 23 (SERVIMEDIA)
Felipe VI ensalzó este lunes el valor que tienen las empresas familiares en las zonas más aisladas del territorio nacional y agradeció que sean «un auténtico pulmón económico» en estas geografías y contribuyan a «una verdadera vertebración del país».
Durante la inauguración del XXVI Congreso de la Empresa Familiar que se celebra los días 23 y 24 de octubre en Bilbao, el Rey quiso destacar el «arraigo» como «una de las señas de identidad» de las empresas familiares.
No obstante, reconoció que esta «ventaja» de las empresas familiares «en algunos casos» puede representar «una dificultad adicional» a la hora de incentivar a las personas a desplazarse a trabajar las compañías «que se pueden encontrar en sitios más aislados o alejados de centros urbanos más poblados».
«Para motivar a estas personas», prosiguió, «hay que ofrecer facilidades, entre ellas, servicios de calidad, educación para sus hijos, sanidad, infraestructuras». Reconoció que esta tarea «no es sencilla», pero por ese mismo motivo quiso «rendir un especial homenaje a estas empresas».
«Sois un auténtico pulmón económico en estos territorios y contribuís a una verdadera vertebración del país. Vuestra presencia y compromiso son garantía de futuro para muchas personas», aplaudió.
Asimismo, Felipe VI subrayó que hay más de un millón de empresas familiares en España, lo que representa casi el 90% sobre el total. Por tanto, considera que esta parte del tejido productivo tiene una «enorme importancia o relevancia» para la economía española.
CONCILIACIÓN FAMILIAR
Por último, el Rey se refirió a los desafíos coyunturales a los que se enfrentan las empresas familiares y señaló que, la actual «fase de cambio, obliga a adaptar los sistemas organizativos, los perfiles profesionales y los tipos de liderazgo». En este sentido, reconoció que «la transformación digital y el cambio permanente» han causado «dificultades» para encontrar talento.
A su vez, recordó a las empresas familiares que «la cercanía en el trato, el propósito, la trascendencia de los objetivos para los que se trabaja o la conciliación» son «elementos» que han adquirido «un mayor peso» como parte del «salario emocional, especialmente entre los jóvenes».
