MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, señaló que, con las políticas que se están realizando «en Europa y en el mundo» se está consiguiendo «subir los precios y aumentar el consumo de carbón», por lo que reclamó una política europea «con una visión holística» que actué «no solo sobre hacer imposible la oferta subiendo los precios, sino también sobre los sectores de la demanda».
Así lo indicó en una mesa debate del VIII Foro de Energía organizado por El Economista en el que los principales actores del sector energético debatieron sobre el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.
Imaz subrayó que sería «bueno» tener en Europa «estabilidad en las políticas energéticas», así como una «neutralidad tecnológica» porque «nadie sabe qué energías va a haber en 2050» y no tener «sesgos ideológicos, restricciones y prohibicionismos». El directivo recalcó que el porcentaje de la demanda primaria de petróleo y gas en España apenas ha variado en 20 años.
En este sentido, reclamó que la política europea pueda repsonder al trilema de «seguridad de suministro, competitividad y preco y descarbonización». «Me gustaría que en la próxima legislatura europea y española la energía tuviese foco en competitividad y precio. Hacer que la energía sea asequible para las familias y para las industrias», indicó.
Así, Imaz explicó que «si no hacemos la energía competitiva y no podemos pagar el gas natural, empezamos en Europa a comprar gas natural de todos los lugares del mundo que es lo que hemos hecho el pasado año. Hemos subido los precios del gas natural en el mundo a lo largo del año a niveles imposibles, Los países emergentes no han podido comprar gas porque no pueden pagarlo y se han tenido que pasar en masa al carbón».
Para el directivo de Repsol «más allá de que los precios pueden ser más bajos o más altos, los del gas, electricidad o petróleo, estamos montando un sistema que estructuralmente nos lleva a precios más altos» porque a las entidades financieras «les están ahogando para que no financian el gas o el petróleo», con lo que se eleva el coste de capital. «La inversión baja, la producción se resiente y la demanda sigue subiendo», indicó.
Imaz subrayó que si no se pone el foco en «hacer posible que haya mucho gas natural en el mundo para que los precios puedan bajar» se van a aumentar las emisiones de CO2, va a haber «problemas» para pagar la energía y no va a haber «seguridad de suministro». «Suena a herejía, pero es así», indicó Imaz, que apuntó que «este año las emisiones del mundo han vuelto a aumentar».
IMPUESTOS
En cuanto a la política fiscal de la energía, señaló que el cliente que reposta su vehículo con diésel o gasolina «está pagando 327 euros por cada tonelada de CO2 que emite la atmósfera», lo que supone «cuatro veces más que el precio europeo del CO2».
Busquemos otro tipo de razones si queremos subir los impuestos a las personas, pero no nos amparemos en la descarbonización en el CO2 porque no es cierto», dijo.
