La digitalización de la empresa española está siendo un verdadero salvavidas desde que comenzara el fatídico marzo 2020. Por poner un ejemplo, en Castilla y León, casi el 80% de las medianas y grandes empresas cuentan con una web operativa con la que seguir operando pese a las restricciones.
Sin embargo, si se echa un vistazo a la microempresa, no llega al 30% de la totalidad quienes tenían en marcha su web previamente, lo que ha hecho un alto porcentaje hayan tenido que apostar a toda prisa por la digitalización e incluso, cuando de servicios se trata, por la adaptación de las plantillas al teletrabajo.
No en vano, porque según los datos del último Informe Sociedad Digital en España de Fundación Telefónica, ya supera el 40% el número de ciudadanos que utilizan el comercio electrónico en esta Comunidad Autónoma.
“Hay una serie de pasos que no deben descuidarse más allá de la simple creación de web para que sirva de escaparate virtual, de hecho, al menos hay que dar cuatro pasos más para que se empiecen a ver los resultados” explican desde Mediakia, una empresa de diseño web en Salamanca que conocen la infraestructura necesaria de estas provincias.
Los cuatro pasos más que proponen
A la página web que de a conocer los productos y servicios, se suma la necesidad de mejorar el posicionamiento en los buscadores. “Al igual que estar en la calle principal sirve para atraer clientela al escaparate y que entre, en la red, estar en páginas secundarias, también hacen que se pierda tráfico” explican.
A esto añaden la necesidad de trabajar una imagen corporativa acorde con los productos, servicios y tiempos actuales para que, una vez encontrada, no se olvide. Esto se puede también agilizar a través de las redes sociales.
“El SEO ofrece a largo plazo los resultados, las campañas publicitarias en Google y redes permiten resultados más inmediatos” comentan.
Finalmente, fidelizar a los usuarios a través de contacto vía mail con newsletters de interés y entradas en los blogs con marketing de contenidos de calidad, se hace vital.
Por eso, sabiendo que aproximadamente el 40% de la población ya apuesta por el comercio online y, más, sabiendo que encima hay una generación que durante los meses de confinamiento ha llegado a este tipo de ventas cuando antes apostaba por el comercio tradicional, es el momento de dar el salto, digitalizar la pequeña empresa y competir a nivel nacional.