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Los economistas prevén un crecimiento del 2,3% para 2023 pero auguran una próxima revisión a la baja

– Elevan al 3,5% la tasa de inflación para 2023

MADRID, 09 (SERVIMEDIA)

El Consejo General de Economistas mantiene la previsión de crecimiento para 2023 en el 2,3% pese a que las «expectativas muy positivas» que se tenían para el tercer trimestre del año se están «deshinchando», lo que «seguramente» le llevará a corregirlo a la baja «en próximas comparecencias».

Es la principal novedad del informe del Observatorio Financiero y Claves Económicas relativo al segundo cuatrimestre de 2023, en cuya presentación participaron este lunes el presidente de la Comisión Financiera del CGE, Antonio Pedraza; los coordinadores del Observatorio Financiero, Montserrat Casanovas y Salustiano Velo; el director del Servicio de Estudios del CGE, Salvador Marín, así como la consejera delegada del ICEX, María Peña.

El 2,3% que apunta el organismo se sitúa apenas una décima por debajo de la previsión realizada por BBVA Research la semana pasada y es la misma que el Banco de España. No obstante, Pedraza subrayó que esta estimación es «optimista» dado que la situación en los dos últimos trimestres del año es «muy compleja».

El experto subrayó que los datos que se van conociendo sobre el tercer trimestre son poco alentadores, entre los que cabe destacar la bajada por recaudación fiscal por IVA en el mes de agosto o la producción industrial, lo que podría dejar el crecimiento trimestral entre un 0,1% y un 0,2%, un valor que se situaría «muy por encima» de los datos del resto de Europa, que apunta a un comportamiento plano.

De cara al cuarto trimestre, en cambio, descartó que la desaceleración pueda traer un crecimiento negativo. «Nos podemos dar con un canto en los dientes», insistió en relación con los datos de otros países europeos.

Asimismo, el último informe presentado este lunes eleva la tasa de inflación con la que se cerrará este año al 3,5%, cinco décimas más que en la última estimación, debido a la subida del precio del petróleo –del que la economía española es muy dependiente– y el fortalecimiento del dólar frente al euro, que perjudica las importaciones de crudo.

Pedraza indicó que la tasa puede además «tensionarse» por el aumento de los costes laborales, los impuestos y el coste del dinero. Pese a apuntar que el diferencial de 1,1 puntos porcentuales frente a la tasa de inflación europea es «bueno», recalcó que con el anterior, de 2,9 puntos, la economía española era «mucho más competitiva».

Por su parte, Velo señaló que la «crisis» que puede estar viviendo la Unión Europea (UE) afecta al nivel de exportaciones español y subrayó que las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) provoca que «estas estrecheces de la economía» puedan resultar en un aumento de la inflación.

MENOS CONSUMO

El poder adquisitivo de las familias españolas está cayendo debido a la inflación y la renta familiar, que hasta ahora se había destinado principalmente al consumo, se dirige ahora a la amortización de deuda y la prevención ante la situación actual. «La demanda se va a retraer poderosamente», subrayó Pedraza.

Por su parte, el Consejo mantiene en el 11,8% su previsión de tasa de desempleo para este año ya que el mercado de trabajo está funcionando «muy bien». Los economistas creen que, pese a que pueda bajar la contratación en octubre y noviembre, en el último mes del año puede aumentar la contratación debido a la campaña de Navidad y las rebajas.

En cuanto al déficit público, Pedraza subrayó que la tendencia es «bastante positiva» para que España se acerque a las nuevas reglas fiscales que imponga Bruselas. La estimación para 2023 se mantiene en el 3,8% después del «importante» aumento de recaudación que se ha producido durante el año.

Respecto a la deuda, la previsión se mantiene en el 110% con un «buen comportamiento» y la prima de riesgo se mantiene en unos niveles que llevan al CGE a subrayar que la confianza de los inversores es «bastante razonable», a diferencia de otros países como Italia, donde se ha disparado.

MENOS INVERSIÓN

Los economistas apuntan también a un desplome de la inversión extranjera «bastante relevante», que actualmente alcanza el 26% en el primer semestre». Pedraza subrayó que este fenómeno se puede deber a los «momentos de inestabilidad política» con la falta de un nuevo Gobierno salido de las últimas elecciones, algo que estaría retrasando la decisión de los inversores.

Para recuperar esta inversión, Velo subrayó la necesidad de dar un «impulso importante» a los fondos europeos. Pedraza explicó que el capital foráneo necesita «mucha transparencia y claridad» y reglas de juego que «tienen que ser constantes» ya que sus inversiones suelen ser a medio y largo plazo.

Asimismo, se mostraron preocupados por la «falta de transparencia» en la recepción de los fondos europeos. Velo criticó la previsión de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, de que, entre 2021 y 2026, el impacto de los Next Generation alcanzase un 2% en el crecimiento del PIB. «No se está notando esa repercusión», señaló, apuntando que los fondos deberían destinarse a empresas «más transformadoras».

ICEX

En su intervención, la consejera delegada del ICEX alertó de las «presiones contra el multilateralismo» y el ascenso de los populismos que provocan «tentaciones proteccionistas» como dos factores que afectan a la internacionalización de las empresas españolas.

No obstante, recalcó que esta internacionalización es ya «estructural» en la economía y ha resultado un «pilar clave» en la recuperación de la economía española después de la pandemia. Como respuesta, el organismo ha tratado de incrementar sus servicios de acompañamiento a las empresas.