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Soluciones logísticas: la clave de la empresa del siglo SXXI

La evolución que ha venido marcando el comercio y el tejido empresarial durante los años finales del siglo XX y, sin duda, las casi dos décadas del siglo XXI que hemos ya pasado ha sido casi equiparable a los cambios que conllevaron cualquiera de las revoluciones que se estudian en los libros.

«La necesidad de organización logística de las compañías hoy en día es básica para su funcionamiento. La coordinación necesaria para hacer viable la distribución en un mercado que hoy apenas tiene fronteras en lo que a venta se refiere es imprescindible para la viabilidad de las pymes que apuestan por el comercio online» comentan desde Lynx Logistics, una de las empresas más reputadas en soluciones logísticas de nuestro país.

Sin embargo, hablar del sector logística inmediatamente lleva a pensar en almacenar y gestionar almacenes. Y nada más lejos de la realidad.

¿Por qué entonces la logística se ha posicionado como la clave de las empresas de este nuevo siglo?

Precisamente por la necesidad de adaptación y cambio continuo que necesitan las compañías hoy en día, contar con soluciones a medida es la única forma de prosperar y cumplir los objetivos que marcan incluso los propios clientes, cada vez más exigentes debido a la gran oferta de un mercado que, aunque parece limitado, cada vez es más global y cuenta con una competencia más feroz en cualquier sector.

¿Qué se debe tener en cuenta en este campo para triunfar?

  1. Lo primero es llevar a cabo un análisis logístico. Conocer cuáles son las necesidades por ejemplo de almacenamiento, recepción, salida, distribución y pedidos es el primer paso para poder dar servicio. Vender es necesario, por supuesto, pero controlar el stock, el tiempo de gestión de los pedidos, el tiempo para su distribución y todos los detalles del proceso puede marcar la diferencia. El saber referenciar el stock es la base de todo.
  2. Contar con un packaging que de verdad responda al producto. Dicen que un primer vistazo a un paquete recibido dice de la empresa más que su producto siquiera. Y es cierto. No se debe dejar a la improvisación la forma de empaquetar o enviar las mercancías porque eso puede hacer que se pierdan clientes si se hace mal. Además, integrar este apartado dentro de la imagen corporativa para poder desarrollarlo de forma adecuada es una decisión acertada que sumará en la experiencia final del cliente.
  3. Aunque poca gente lo incluye, el marketing también entra dentro de la logística porque debería formar parte de la imagen. El posicionamiento de los productos en ferias, tiendas, stands o incluso escaparates (más allá de dejarlo solo a la venta online) es clave para dar coherencia a la marca. No es igual llegar a una tienda y que algo llame la atención con carteles, su colocación o su impacto visual que tener que preguntar por el producto porque no se encuentra. Es una forma de atraer y darse a conocer. Es el marketing promocional dentro del sector logístico lo que diferencia a unos de otros.
  4. Hay que contar también con el proceso de devolución en caso de que el producto llegue con alguna tara o el cliente decida ejercer su derecho de desistimiento en tiempo y forma. Que este proceso sea sencillo y también de calidad hasta volver al almacen hará que, curiosamente, se pueda acabar fidelizando al cliente.