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BBVA Research eleva al 2,4% su previsión de crecimiento en 2023 y recorta al 2,1% la de 2024

– Estima que la inflación podría cerrar el año en una media del 3,4%

MADRID, 13 (SERVIMEDIA)

BBVA Research ha mejorado en más de medio punto su estimación de crecimiento del PIB para 2023 hasta situarla en el 2,4%, pero redujo su augurio para 2024 desde el 2,6% estimado en marzo hasta el 2,1% por el impacto esperado de los tipos de interés y la incertidumbre mundial.

Esta es la principal conclusión del informe trimestral ‘Situación España’ que presentaron este martes el director de BBVA Research y economista jefe de Grupo BBVA, Jorge Sicilia; el responsable de Análisis Económico, Rafael Doménech; y el economista jefe para España, Miguel Cardoso.

La entidad explicó esta revisión en una mejor inercia en 2022 y, sobre todo, en un mejor segundo trimestre de lo esperado. En concreto, BBVA Research calcula que el PIB podría avanzar hasta un 0,7% entre abril y junio, cuatro décimas más de lo esperado inicialmente. Esta mejor evolución garantiza que, incluso con tasas interanuales de crecimiento en el tercer y cuarto trimestre moderadamente más bajas que las registradas el año pasado, se registre ese 2,4% de crecimiento que BBVA prevé ahora.

BBVA Research pasa así a mejorar la proyección macroeconómica que el Gobierno de Pedro Sánchez trazó a principios de este año, cuando hablo de un 2,1%. También es más optimista que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) –2,1%–, el Banco de España –en torno al 2%–, la Comisión Europea y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) –1,9%– y el Fondo Monetario Internacional (FMI) –1,5%–.

Las exportaciones están detrás del buen comportamiento de la economía, ya que su «sorprendente y positiva» evolución –en especial, de los servicios– «compensa la atonía de la demanda interna». Según el servicio de estudios del BBVA, las ventas de España al resto del mundo se encuentran ya casi un 13% por encima de los niveles alcanzados justo antes del inicio de la pandemia, y el consumo de no residentes en España «continúa contribuyendo positivamente al avance de la economía».

Con respecto a «la atonía de la demanda interna», que acumula una caída del gasto en consumo de los hogares en el último trimestre de 2022 y el primero de 2023 de casi el 3%, BBVA espera que» alguno de los factores que han afectado a la demanda interna reviertan parcialmente en los próximos meses», lo que permite anticipar una mayor contribución al crecimiento en los próximos trimestres.

INFLACIÓN Y TIPOS DE INTERÉS

En este contexto, el banco indica que el empleo y los precios también muestran un comportamiento más positivo que el esperado en marzo. Se han creado casi 500.000 empleos en el año, el doble de lo que se preveía hace tres meses, y la inflación ha mostrado «datos consistentes» con un descenso «que puede sostenerse en el tiempo».

Si lo hace, el servicio de estudios calcula que el índice de precios al consumo (IPC) podría cerrar con un promedio del 3,4% en 2023 y del 3,2% en 2024. Asimismo, si la disminución de los precios de las materias primas y de los combustibles perdura, el PIB podría subir casi un punto porcentual más.

Con estos datos sobre la mesa, más el ajuste a la baja en las expectativas de inflación en la Unión Europea, la entidad apunta ya al final del ciclo de subidas de los tipos de interés, cuyo aumento podría limitarse a solo 50 puntos básicos más, alcanzando el 4,25%.

DÉFICIT PÚBLICO

Por último, con respecto a la política fiscal, el informe apunta que será expansiva a corto plazo y rechaza la senda trazada por el Gobierno. Frente al 3,9% y el 3% que el Ejecutivo prevé para 2023 y 2024, respectivamente, el BBVA Research apuesta por un 4,2% y un 3,5% para los mismos ejercicios, lo que supondría incumplir las reglas fiscales que se reactivarán el próximo año. No obstante, el servicio de estudios no descarta que, como consecuencia de las reglas fiscales, la política fiscal adopte «un tono contractivo».

Por último, el informe indica que el ritmo de ejecución de los proyectos relacionados con los fondos NGEU «asegura un soporte para la inversión pública». Sin embargo, indica que, a corto plazo, «existe incertidumbre sobre su efecto tractor sobre la inversión privada».

«Se observa que la licitación y la adjudicación de estos programas han alcanzado una velocidad de crucero de alrededor de 10.000 millones de euros cada doce meses. El impacto no sólo se apreciará en el gasto en formación bruta de capital fijo, sino que debería comenzar a observarse una mejora importante en la competitividad de las empresas en los próximos dos años, conforme se sustituyan fuentes de energía externa por doméstica y se avance en el cambio de modelo productivo», añade el documento.