Tradición vs avances tecnológicos. La clásica disyuntiva del mundo actual. Mientras el buzón tradicional cada vez recibe menos cartas y más flyers, el avance viene de la mano de la tecnología.
Con los horarios en los que hoy en día se mueve el usuario, el incremento de compras online ha hecho que sea necesario encontrar una fórmula de entrega – fuera de la oficina por aquello de la discreción – que cumpla con los requisitos de las rutinas de vida.
De ahí que cada vez proliferen más las plataformas digitales que apuestan por ofrecer a sus clientes la posibilidad de recoger sus pedidos en algunas de las taquillas inteligentes disponibles tanto para empresas como Correos como para otras como Decathlon o incluso Amazon, que apostó por poner las propias.
Esto se traduce, sin duda, en una flexibilidad de entrega que desde luego permite acoplarse mejor a la demanda del consumidor y que, gracias a la tecnología de marcas como las disponibles en Setroc, ofrecen una garantía de seguridad, discreción y posibilidad de seleccionar cómo se quieren gestionar dichas smart lockers.
¿Alguien pensó alguna vez conseguir un buzón que disponga de códigos QR de apertura? Tarjetas, códigos numéricos, lectores rfid y pantallas táctiles son solo algunas de las opciones que han relegado al buzón tradicional, analógico y con un horario de entrega más que concreto obsoleto.
La importancia actual del sector logístico ha hecho que cambie la forma en la que se entendía el comercio tradicional. Los ecommerce han traído avances que eran necesarios para cubrir la demanda real del público, pero también con la nueva forma de la empresa y pequeño empresario.
Desde los pequeños almacenes en forma de alquiler de trasteros para almacenaje de stocks de importación, pasando por las pasarelas de pago o incluso ahora por las taquillas inteligentes para sus recogidas, la adaptación del comercio a las necesidades actuales y a una generación acostumbrada a hacer sus pedidos online acaba de comenzar.