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Cepyme responde a Sánchez que la subida del SMI «no debe obedecer a promesas electorales, partidistas y cortoplacistas»

– Pedro Sánchez recalcó este fin de semana su intención de ligar por ley el SMI al 60% del salario medio en España

MADRID, 02 (SERVIMEDIA)

El presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Gerardo Cuerva, aseguró este lunes, al ser preguntado por la promesa de Pedro Sánchez de fijar por ley que el salario mínimo interprofesional (SMI) sea del 60% de sueldo medio en España, que subir este indicador «no debe obedecer a promesas electorales, partidistas y cortoplacistas, sino realmente a la marcha económica».

Lo dijo en una rueda de prensa en la sede de Cepyme, donde comentó que el SMI «no debe ser calculado de forma arbitraria y discrecional», sino con la evolución de la economía, el empleo, la productividad y la inflación.

Por ello, defendió que «la moderación tiene que imperar», ya que «hay situaciones en las que la productividad se está desplomando, la competitividad de la empresa se está desplomando y el incremento de costes va incrementando de forma acelerada». En su opinión, el camino para tener salarios más altos es que haya empresas «mejores» y, para ello, se debe cuidar la marcha de la economía.

DESPIDO

En cuanto a la intención de la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, de reformar la regulación del despido para que este sea más costoso y disuasorio para las empresas, Cuerva indicó que según la OCDE el despido en España es el tercero más caro.

Al hilo, el director de Economía de Cepyme, Francisco Vidal, auguró que si se resta «flexibilidad» a la empresa en situaciones de dificultad y se encarecen más todavía sus costes se puede provocar un «efecto búmeran» que podría ocasionar que se produzcan más despidos por empeorar la situación de la compañía.

A renglón seguido, el presidente de Cepyme advirtió de que «confundir políticas sociales con políticas económicas sería un error», aunque sí hay que «ayudar a los que peor lo están pasando» o si las personas están «inmersas en un despido».

«Ojalá tuviéramos un país en que esas políticas fueran coyunturales, no fueran estructurales. Eso quisiera decir que si tenemos políticas coyunturales de ayuda es porque tenemos un Estado que funciona, un sistema económico que funciona, que progresa, que la gente puede vivir acordemente», abundó Cuerva.