Invertir puede ser clave para construir un futuro financiero estable. Hay distintos objetivos por los que invertir, como ahorrar para la jubilación, incrementar el capital propio o proveer para la familia. En cualquier caso, invertir puede ser una herramienta eficaz para alcanzar estos objetivos. No obstante, los comienzos pueden ser abrumadores para mucha gente, sobre todo si falta experiencia en el mundo de las finanzas. En este artículo repasamos las medidas básicas que tienes que tomar para emprender tu trayectoria de inversión.
1. Educación financiera
El primer paso para empezar a invertir consiste en adquirir conocimientos sobre los mercados financieros, los instrumentos de inversión y las reglas de inversión básicas. Hay cantidad de libros, cursos online y materiales educativos que te pueden ayudar a entender mejor los conceptos básicos, como las acciones, los bonos, los fondos de inversión o los ETF.
2. Fijar los objetivos de la inversión
Antes de empezar a invertir, conviene que establezcas tus objetivos de inversión. ¿Quieres ahorrar para la jubilación, acumular fondos para gastos imprevistos o invertir para generar beneficios? Determinar los objetivos te ayudará a adaptar tu cartera de inversiones a tus preferencias y necesidades.
3. Crear un plan de inversión
Una vez definidos los objetivos de la inversión, toca crear un plan de inversión personalizado. Dicho plan debe contemplar tu horizonte temporal, el nivel de riesgo y la estrategia de la inversión. Un buen plan de inversión servirá como directriz para tus decisiones y te ayudará a mantener la disciplina cuando las condiciones del mercado sean volátiles.
4. Diversificación de la cartera
La diversificación es un elemento clave para invertir bien. Consiste en repartir el capital en distintos tipos de activos, sectores y zonas geográficas para reducir el riesgo de la inversión. Gracias a una diversificación de cartera adecuada, podrás minimizar la influencia negativa de la devaluación de un activo en toda tu cartera.
5. Empieza por pequeños pasos
No tienes por qué ser un experto en finanzas ni disponer de importes altos para empezar a invertir. Muchas plataformas de inversión ofrecen la posibilidad de empezar a invertir con cuotas verdaderamente pequeñas. Puedes empezar ahorrando una suma concreta en tu cuenta de inversión e ir aumentando tu participación a medida que adquieres experiencia y confianza.
6. Controlar y adaptar la cartera
Invertir es un proceso dinámico que requiere controlar y adaptar la cartera de inversión cada cierto tiempo, según cambien las condiciones del mercado y evolucionen tus objetivos. Si evalúas periódicamente tus inversiones, podrás seguir los progresos en el cumplimiento de objetivos y tomar las medidas pertinentes en caso de necesidad.
7. Recurrir a apoyo financiero
Invertir requiere ciertas aportaciones económicas cuya acumulación puede resultar complicada. En estas situaciones, merece la pena considerar la opción del préstamo o crédito. Gracias a ellos, puedes obtener fondos adicionales para invertir y así acelerar el camino hacia tus objetivos financieros.
Conviene fijarse en las condiciones que ofrecen los distintos bancos y elegir el minicrédito que resulte más favorable. En este proceso, recomendamos utilizar el comparador de Casheddy, que permite comparar fácil y rápidamente las ofertas de préstamos o créditos disponibles, teniendo en cuenta los intereses, el periodo de devolución y los costes adicionales asociados a cada producto. De esta forma, podrás tomar una decisión consciente y elegir la opción que mejor se adapte a tus necesidades y posibilidades económicas.