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El packaging ya no es secundario

El comercio internacional ha traído consigo muchas ventajas, entre ellas, el poder importar productos de temporada de otras zonas del planeta.

Sin embargo, la clave para conseguir que de verdad sea viable acercar productos alimentarios remotos pasa por un transporte especializado, pero también por el packaging alimentario.

Hoy en día, la presentación es clave para hacer que en tiendas o supermercados se acepte un producto con garantías, algo que parece que ya se empieza a comprender desde las compañías que importan y distribuyen dichos productos.

Sin duda, si hay una tendencia en auge, ese es el packaging sostenible, algo que cada vez valoran más los usuarios. La respuesta de los productores por la sostenibilidad no solo en el campo sino en todo el proceso hasta que llega a la mesa de quien lo compra es vital. De ahí que el uso de materiales reciclados haya llegado como nunca a las líneas de los supermercados en forma de paquetes que cumplen con estándares elevados medioambientales.

Cada vez son más los envases de APET (politileno de teleftalato) los que envuelven alimentos ya que «es considerado por muchos como un material ideal para envases plásticos con excelente claridad e impresión, a muy buen precio. Además, es importante que esté producido por materiales 100% naturales que no deterioran el contenido. Esta es solo una de las opciones porque, por suerte, cada vez son más los materiales que han llegado para poder crear envases que respondan a las necesidades y sean reciclables» comentan desde Hlpklearfold, empresa especializada en este tipo de packaging alimentario.

La ligereza de los envases, las posibilidades en forma y tamaño y el diseño han sido siempre los pilares fundamentales de un sector que, hasta ahora, estaba a la sombra pero que poco a poco ha ido reclamando su lugar en la cadena de producción hasta el punto de que se ha convertido en algo clave para mantener y almacenar los productos de forma óptima.

Basta preguntar al consumidor por ellos para que den buena cuenta de las demandas: facilidad de apertura, materiales sostenibles y capaces de mantener la frescura de los productos.