– Mejora la estimación de inflación y proyecta ahora que cerrará el año en una media del 3,5%, casi medio punto porcentual menos
MADRID, 19 (SERVIMEDIA)
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha mejorado su previsión de crecimiento económico para España durante 2023 desde el 2,1% augurado en junio hasta el 2,3%.
Así se recoge en su último informe de estimaciones económicas, que apunta, además, que la inflación caerá desde el 8,5% promediado en 2022 hasta el 3,5% este año, cuatro décimas que en el cálculo anterior del organismo.
Con esta revisión, la OCDE proyecta un escenario para España mejor que el previsto por el propio Gobierno, que vaticinó un crecimiento económico del 2,1% a finales del año pasado, y se alinea con la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y el Banco de España –2,3% ambos–. No obstante, todavía es más prudente que el Fondo Monetario Internacional, que prevé un 2,5%.
Esta nueva estimación, sin embargo, no tiene en cuenta la última revisión del Instituto Nacional de Estadística (INE), que revisó ayer lunes al alza en tres décimas el crecimiento del PIB español de 2022 respecto a 2021, desde el 5,5% al 5,8%, y mejoró el nueve décimas el de 2021, hasta el 6,4%. Estos nuevos cálculos podrían generar un efecto arrastre que elevaría al alza la proyección de la OCDE.
LIDERA LAS GRANDES ECONOMÍAS EUROPEAS
Sea como sea, España volverá a ser en 2023 la gran economía del euro que más crecerá, por delante de Francia (1%), Italia (0,8%) y Alemania (-0,2%). También mejoraría el crecimiento económico de la eurozona, que sería del 0,6%, frente al 0,9% previsto en junio. No obstante, de cumplirse las previsiones, el PIB nacional se expandirá a menor ritmo que el mundial (3%) y el del G-20 (3,1%).
De cara a 2024, la OCDE ha decidido mantener invariable su previsión de crecimiento para España en el 1,9%. Volvería así a ser la gran economía europea que más avanzaría, aunque con menor margen sobre Francia, que sumaría un 1,2%; Alemania, que repuntaría un 1,9%; e Italia, que ganaría otro 0,8%.
El informe del organismo no recoge menciones directas sobre la situación de España, pero sí advierte de una pérdida del impulso del crecimiento económico en la segunda parte del año a nivel global.
INFLACIÓN
Con respecto a la inflación, la OCDE prevé que se moderará hasta el 3,5% este año, para después subir otro 3,4% durante el siguiente ejercicio, medio punto porcentual menos que en la proyección anterior.
Al igual que en términos de crecimiento económico, España estaría a la cabeza a la hora de afrontar la subida de los precios del último año y medio, ya que Alemania, Francia e Italia registrarán unas tasas medias de inflación de en torno al 6%. No obstante, sería la gran economía del euro con mayor inflación anual en 2024, por encima del 3% que registrarían dichos países.
En lo que se refiere a la inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos no elaborados, el informe reconoce que disminuirá «más gradualmente». En línea con las otras grandes economías europeas, España cerrará este año la rúbrica con una subida media del 4,4%, que se moderará hasta el 3% en el ejercicio siguiente.
TIPOS DE INTERÉS
En esta coyuntura, la OCDE defiende que «la política monetaria debe seguir siendo restrictiva hasta que haya signos claros de que las presiones inflacionarias subyacentes se han reducido de manera duradera, las expectativas de inflación a corto plazo se moderan aún más y las presiones excesivas sobre los recursos se desvanezcan en los mercados laborales».
Ve «probable» que estas condiciones limiten la posibilidad de iniciar una senda de reducción de los tipos de interés «hasta bien entrado 2024 en la mayoría de las economías avanzadas» y, de hecho, considera que «aún podrían ser necesarios algunos aumentos adicionales». Sin embargo, el informe admite que los tipos «parecen estar en su punto máximo o cerca de él en la mayoría de las economías».
Por último, en términos de política fiscal, la OCIDE insistió en acometer «esfuerzos más intensos a corto plazo para reconstruir el espacio fiscal y garantizar la sostenibilidad de la deuda» para cumplir con los objetivos de consolidación fiscal y «responder eficazmente a futuros shocks».
En este sentido, volvió a urgir a eliminar «muchas» de las medidas de apoyo fiscal aprobadas durante los últimos años, incluidas las ayudas energéticas, «y orientarlas mejor hacia los más necesitados, en particular los hogares vulnerables que no están cubiertos adecuadamente por los sistemas de protección social existentes».