La restauración es uno de los pilares básicos del sector servicios de este país. De hecho, raro es el barrio, calle o zona que no cuenta, al menos con un bar para disfrutar con los amigos, con la familia y con los vecinos.
Con las nuevas urbanizaciones, los locales se han ido adaptando a las necesidades de los nuevos barrios y, obviamente, entre ellas, está la dotación de restaurantes en los que poder disfrutar de las cartas.
«En muchos casos, cuando en el local se va a poner un restaurante, la comunidad tiembla. Históricamente, en algunos casos el disponer de un establecimiento bajo las viviendas era un incordio de olores y ruidos. Por suerte, hoy en día más allá de que los locales ya vienen preparados para ello, existen elementos como las campañas extractoras que sirven para evitar molestias y para garantizar que las cocinas están en perfectas condiciones» explican desde el sector.
¿Qué ventajas tiene elegir bien la campana extractora?
Contar con una campana extractora industrial permite a los dueños del establecimiento poder trabajar sin complicaciones en la cocina, independientemente del tipo de comida o menú que vayan a desarrollar en los fogones.
Aunque muchos eran reacios a usar este tipo de soluciones sin turbina pensando que, pese al ahorro energético, no serviría igual, han descubierto gracias a los nuevos modelos que la innovación ha llegado también a este sector optimizando el funcionamiento mientras que se ahorra en la factura.
Este tipo de soluciones, aunque hasta ahora no utiliza el aire que extrae y que es la vía por la que se está trabajando actualmente ya que no terminan de conseguir, en el interior de la cocina, un aire de calidad, pero sí garantiza la ausencia de olores que puedan importunar a vecinos y, sobre todo, la ausencia de contaminantes tanto en la cocina como en el local y residencial.
«Es importante saber calcular bien el caudal de la campana para que cumpla con su cometido de forma correcta. Ya sea de pared o en una isla, hay fórmulas para conocer correctamente qué tamaño va a necesitar para extraer el aire al nivel térmico interior» comentan.
No solo basta el cálculo, existe normativa
En lo que a campanas industriales se refiere, existe ya una normativa que asegura que tanto quienes trabajan en cocina como quienes disfrutan en el local o conviven con el mismo en la parte baja de su residencial tengan todas las garantías.
Para empezar, la propia norma habla de su altura (al menos dos metros del suelo) y márgenes sobre la zona de cocción. También delimita el tipo de filtros metálicos que debe tener y cómo posicionarlos, entre 45 y 65 grados sobre la horizontal.
Es decir, todo queda regulado para facilitar a los emprendedores cómo decidirse entre las ofertas del mercado de campanas. «Lo importante, en este caso, es acudir a centros y tiendas especializadas en este tipo de producto porque son los que de verdad podrán asesorar de forma eficaz para el tipo de establecimiento que quiere abrirse. No solo se trata de evitar molestias sino de garantizar una seguridad añadida a quienes trabajarán elaborando las comidas» concluyen.