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Repsol recorta un 20% el beneficio hasta marzo lastrado por la caída del precio del crudo

– En términos ajustados, el resultado se disparó un 80%

MADRID, 27 (SERVIMEDIA)

Repsol alcanzó un beneficio neto de 1.112 millones de euros en el primer trimestre de 2023, un 20,1% menos que en idéntico periodo de 2022, cuando se anotó 1.392 millones. Dicho descenso se explica en gran medida por la caída del precio del crudo.

Sin embargo, según la información remitida por la compañía energética a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el resultado ajustado, que mide específicamente el funcionamiento de los negocios, sumó 1.891 millones de euros, un 79,1% más que un año antes.

A este respecto, Repsol explica que el modelo de negocio integrado y el Plan Estratégico 2021-2025 fueron clave para lograr este resultado en un contexto internacional cargado de incertidumbres y de volatilidad en los mercados.

De hecho, los precios de los hidrocarburos disminuyeron de forma notable entre enero y marzo, lastrados por las perspectivas económicas inciertas de Estados Unidos y Europa ante las dificultades para frenar la inflación global.

En concreto, el crudo Brent rebajó su cotización media hasta los 81 dólares por barril, un 21% menos que en el primer trimestre de 2022, con una caída notable en marzo, hasta los 72 dólares por barril, derivada de la crisis bancaria vivida a mediados de mes. Por su parte, el gas Henry Hub se pagó a una media de 3,4 dólares por MBtu, un 32% inferior a la de los mismos meses de 2022.

Pese a este contexto, todas las áreas de negocio de la compañía lograron resultados positivos. En los casos de Cliente, Industrial y Generación baja en carbono estuvieron por encima de los obtenidos en el mismo periodo del ejercicio anterior. Por su parte, Exploración y Producción reflejó en su cifra el mencionado descenso considerable de los precios de los hidrocarburos.

La compañía prolongó durante todo el trimestre los descuentos en sus estaciones de servicio. Sumando el conjunto de 2022 y los tres primeros meses de 2023, ofreció ahorros adicionales para sus clientes cercanos a 550 millones de euros.

La inversión del trimestre alcanzó los 1.726 millones, dedicados mayoritariamente a proyectos de transformación y descarbonización. El mayor porcentaje de esta cantidad se empleó en España y Estados Unidos, dos países clave en su estrategia.

La compañía prevé que un 35% de las inversiones de 2023 se destinen a proyectos bajos en carbono, lo que refuerza su carácter transformador y está alineado con el Plan Estratégico 2021-2025.

El esfuerzo inversor de Repsol para asegurar el futuro de sus centros industriales está permitiendo que pueda dar una mejor respuesta al actual escenario de sanciones a los productos rusos, dado que, entre otras cuestiones, la compañía cuenta con gran capacidad para obtener mayor valor del procesamiento de crudos pesados.

Por otro lado, la compañía redujo su deuda neta, hasta situarla en 880 millones de euros al final del periodo. En lo que se refiere a la remuneración para los accionistas, abonó el pasado enero un dividendo en efectivo de 0,35 euros brutos por acción. Esta misma cantidad se distribuirá en julio tras su aprobación por parte de la Junta General, cuya celebración está prevista para el próximo 25 de mayo.

Con estos pagos, en 2023 se incrementará un 11% la remuneración a los accionistas, hasta los 0,70 euros brutos por acción, con lo que se adelanta el objetivo previsto por el Plan Estratégico para el año 2024.

A este dividendo en efectivo se añadirá, antes del final de julio, una nueva reducción de capital de 50 millones de acciones propuesta por el Consejo a la próxima Junta General, tras haberse reducido el capital en 200 millones de acciones en el ejercicio 2022, cantidad prevista para todo el periodo 2021-2025.