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Los supermercados piden mantener la bonificación al carburante de profesionales junto a la rebaja del IVA de los alimentos

– Afirman que «persisten» algunas circunstancias que provocaron la subida de precios

– VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace http://servimedia.tv/AsedasIVA

MADRID, 18 (SERVIMEDIA)

El director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Ignacio García Magarzo, reclama la extensión más allá del 30 de junio de la actual bonificación de 10 céntimos el litro del combustible para el transporte profesional, agrario y pesquero porque es «importante» que las medidas de ayuda se centren en los sectores «más afectados».

En una entrevista con Servimedia, el representante de la patronal que agrupa a empresas como Mercadona, Dia o Lidl señaló que el precio de los combustibles ha sido un «detonante muy importante» en el incremento de los precios de los alimentos.

Magarzo detalló que la subida en el precio de la gasolina y gasoil se traslada «de forma directa y clara» al precio de los alimentos y, en concreto, al de los productos frescos, pues el transporte supone «casi el 10%» del valor final.

«Nos parece importante que las medidas se centren en aquellos sectores más afectados y, desde luego, una buena medida es que el esfuerzo que se puede hacer de bonificación del sector de transporte llegue al sector de la alimentación y al conjunto de la cadena agroalimentaria», explicó.

La bonificación a los combustibles para profesionales es una de las cuestiones sobre las que el Ejecutivo tiene que decidir su prórroga más allá del 30 junio, como parte del decreto de medidas para frenar las consecuencias de la guerra en Ucrania. Otra de las cuestiones es la rebaja del IVA a algunos alimentos que el Gobierno introdujo en enero y que la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, confirmó que se extendería en tanto no haya «un nivel de precios adecuado».

Sobre esta cuestión, Magarzo indicó que les parece «indispensable» mantener la medida «durante un tiempo, el que sea necesario» porque «los precios efectivamente aún no se han normalizado» y «parte de las circunstancias que hicieron que subieran de esa manera anormal persisten».

«Todavía estamos en el momento excepcional», dijo el director general de Asedas, subrayando que «aún no se ha normalizado el precio de la energía», aunque sí «se ha moderado», y que los carburantes y las materias primas «siguen muy por encima de lo que estaban antes de 2021», aunque ya están «descendiendo».

«Cuando esos factores se normalicen, lo harán los precios en general y los de los alimentos en particular. No sabemos cuánto tardarán», explicó Magarzo, quien sí insistió en que la cadena alimentaria está «muy atenta» a trasladar «lo antes posible» esas bajadas de precios porque los ciudadanos «tienen una gran preocupación y una enorme sensibilidad» que se une a la «fuerte competencia» que existe en el sector en España.

Durante los últimos meses, además, el sector ha reclamado que la bajada del IVA de los alimentos se extienda a otros productos como la carne y el pescado. «A nosotros nos hubiera gustado que hubieran sido más, singularmente, los alimentos frescos, que están sometidos a una gran volatilidad y que son esenciales para mantener una dieta saludable», explicó Magarzo.

Preguntado sobre si le pedirán esta extensión al próximo Ejecutivo que salga de las urnas, dijo que le van a «seguir pidiendo un esfuerzo especial para que la fiscalidad no se convierta en un enemigo de la competitividad del sector», indicando que le parece «importante» que tengan esta cuestión en cuenta.

SEQUÍA

Asimismo, otro de los factores que influirán en que finalmente se produzca una bajada del precio de los alimentos es la sequía. Pese a que Asedas todavía no tiene datos sobre los últimos meses, Magarzo reconoció que este año «las circunstancias son especialmente difíciles» y ello «está perjudicando las perspectivas de la evolución de los precios».

No obstante, apuntó que existen factores diferentes que afectan de una manera «diversa», ya que «no es lo mismo la afectación de las circunstancias de las últimas dos cosechas al precio del aceite de oliva», que lo que ocurre con los productos derivados de los cereales, que «depende fundamentalmente de las importaciones», o la sequía, que afecta «a determinados productos frescos».