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¿Cuáles son las variedades de uvas tintas en España?

No es hasta principios de septiembre cuando se comienza la cosecha de uva tinta en España. Dependiendo de la variedad, la necesidad de que la uva haya madurado más en su propia vid hace de esta fecha, que prácticamente arranca el otoño en el mundo vitivinícola para esta especialidad.

España, gracias a su diferencia geográfica, es uno de los principales y más prestigiosos productores de este caldo tinto, sin embargo, cada vez más, las condiciones meteorológicas condicionan el momento en el que se comienza a vendimiar.

¿Cuáles son las tres uvas principales para este tipo de vino?

La uva tempranillo es una de las más conocidas gracias a su resultado final, con firma de Rioja. Su fuerte es su adaptación a todo tipo de climatología, aunque lo cierto – y de ahí la principal ventaja de cultivarla en el norte – es que cultivada en clima frío es como más calidad consigue.

Es un tipo de uva que permite elaborar distintos tipos de vino, tanto crianzas como reserva, gracias a ser parte de 14 Denominaciones de Origen de las 38 autorizadas. Su capacidad de aportar el toque afrutado al vino es muy valorado en algunas variedades como el Merlot o el Cabernet Sauvignon.

Otra tipología, la uva garnacha tinta, es una de las más conocidas no solo en nuestro país sino a nivel internacional gracias al tinte y color que aporta al vino.

En nuestro país solo hay tres Comunidades Autónomas que no la cultivan: Canarias, Galicia y Asturias, lo que ya da buena cuenta de la popularidad de su fruto.

De hecho, en el resto del mundo es una de las tipologías más cultivadas, viendo plantaciones en países como Australia, Turquía, Argelia, Sudáfrica, Francia o Portugal en Europa y, ya en América, en Estados Unidos, México y países de Sudamérica como Chile, Argentina o Uruguay.

Es una uva perfecta para vinos garnacha de alta graduación con color intenso, lo que significa también que su oxidación es rápida, envejeciendo mucho antes que en otras variedades.

Finalmente, para terminar este apartado, la tercera uva que merece mención es la uva merlot, cuyo origen se puede encontrar en el sur francés.

Quizá se trata de la más extendida en el mundo, por delante incluso de la garnacha y también gracias a su amplia aceptación en el cultivo en un país como Italia.

Es la más habitual en los cultivos manchegos, catalanes e incluso navarros, lo que ya da buena cuenta de la calidad de vinos que se consiguen con ella en vinos jóvenes y mostos con gran dulzura, lo que hace que tampoco necesiten gran tiempo en barrica para mostrar su sabor. Tanto es así que, por su aroma y color, ofrece vinos de los más valorados a nivel mundial.

El suelo español, en este sentido, es rico gracias a la posibilidad de cultivar, entre otras, estas tres principales variedades de uva.