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La posición de inversión neta internacional de España se situó en el -59,4% del PIB en el tercer trimestre

MADRID, 23 (SERVIMEDIA)

El saldo de la posición de inversión internacional neta de España se redujo en el tercer trimestre después de registrar un importe de -773.300 millones de euros (-59,4% del PIB), frente a los -816.000 millones del trimestre anterior (-64,2% del PIB) y a los -913.000 millones del tercer trimestre de 2021 (-77,7% del PIB), según los datos publicados este viernes por el Banco de España.

El organismo interpreta estas cifras como una continuación de la senda de corrección observada desde comienzos de 2021. Cabe recordar que la Posición de Inversión Internacional Neta es la diferencia entre los activos y los pasivos de un país en el exterior, esto es el resultado de restarle a las inversiones realizadas fuera de las fronteras todas las inversiones procedentes de otros estados.

La capacidad de financiación, medida por el saldo conjunto de las cuentas corriente y de capital, fue de 5.800 millones en el tercer trimestre de 2022, inferior a los 7.500 millones registrados en el mismo trimestre del año anterior. En términos acumulados de cuatro trimestres, la capacidad de financiación alcanzó los 19.800 millones (1,5% del PIB), una cifra que no alcanza los 20.300 millones entre enero y septiembre de 2021 (1,7% del PIB).

El saldo deudor de la PII neta, excluyendo el Banco de España, se redujo en el tercer trimestre de 2022 hasta los 544.400 millones, desde los 561.400 millones del trimestre anterior. La mejora de la posición neta deudora se debió principalmente al impacto positivo de las variaciones en precios (+28.000 millones gracias un efecto de caída de precios más significativo en los pasivos que en los activos) y de las variaciones en los tipos de cambio (+17.200 millones que reflejan principalmente la apreciación del dólar). Estos efectos compensaron la aportación negativa de las transacciones (-26,6 millones que fueron resultado de transacciones netas positivas mayores en el pasivo que en el activo) y de los otros cambios en volumen (-1,5 millones).

Por categoría funcional, la inversión de cartera (correspondiente a las inversiones en valores negociables que no son inversión directa) registró un saldo de -299.900 millones en el tercer trimestre de 2022, frente a los -330,3 millones cifrados en el segundo trimestre de 2022. Esta evolución se debió fundamentalmente a los otros flujos, por una disminución de los precios mayor en el caso de los pasivos que en el de los activos, y por el efecto positivo del tipo de cambio.

Por su parte, la otra inversión –que incluye, en su mayoría, préstamos y depósitos– aumentó su saldo deudor hasta alcanzar -23.700 millones de euros, desde los -14.600 millones del trimestre anterior. Esta evolución se debe «principalmente» a que las transacciones netas positivas de pasivo fueron mayores que las de activo. La inversión directa –que incluye las posiciones entre empresas de un mismo grupo– registró un saldo de -211.600 millones en el tercer trimestre de 2022, similar al de -212.300 millones del segundo trimestre de 2022.

El saldo neto del Banco de España frente al exterior se situó en -228.900 millones de euros en el tercer trimestre de 2022, frente a los -254,6 millones en el trimestre anterior. Por sectores, excluyendo al Banco de España, las administraciones públicas mejoraron ligeramente su posición de inversión internacional neta y presentaron un saldo de -554.200 millones en el tercer trimestre de 2022, frente al de -557.300 millones en el segundo trimestre de 2022. Las instituciones financieras monetarias registraron un saldo acreedor de 45.800 millones, «algo superior» a los 41.400 millones anteriores. En paralelo, el saldo deudor de los otros sectores residentes se redujo, al pasar de -45.600 millones hasta los -36.100 millones en el mismo periodo.

La deuda externa bruta de España se situó en 2,328 billones en el tercer trimestre de 2022, «nivel similar» al registrado en el trimestre anterior y al del tercer trimestre de 2021. La ratio en términos del PIB prosiguió su senda de disminución hasta 178,9% (183,2% en el trimestre anterior), por lo que siguió la evolución iniciada en 2021. No obstante, todavía es superior a la de 2019 (169,8% del PIB). Excluyendo el Banco de España y la deuda registrada entre empresas con una relación de inversión directa, la mayor variación de la deuda se concentró en las instituciones financieras monetarias (al aumentar hasta los 524.000 millones en el tercer trimestre de 2022, desde los 502.000 millones del segundo), mientras que las administraciones públicas y los otros sectores residentes redujeron ligeramente su deuda hasta situarse en los 622.000 millones y los 299.000 millones, respectivamente.

CUENTAS CORRIENTES Y CAPITAL

En el tercer trimestre de 2022, el superávit de la cuenta corriente fue de 3.000 millones, inferior al de 4.500 millones de un año antes. Por componentes, el superávit de los servicios mejoró hasta los 26 millones, desde el de 13,9 millones registrado el mismo trimestre de 2021. Esta evolución se debió «fundamentalmente» a la mejora del superávit turístico, que alcanzó un saldo de 17.900 millones en el tercer trimestre frente a los 9.300 millones de un año antes. Los servicios no turísticos también mejoraron su saldo hasta los 8.100 millones (4.600 millones en el año anterior).

En sentido contrario, el déficit de bienes aumentó hasta los 18.500 millones (7.000 millonesen el tercer trimestre de 2021), debido a un aumento de las importaciones mayor que el de las exportaciones. Por su parte, la renta primaria registró un saldo de 100 millones en el tercer trimestre de 2022 (400 millones mm en el mismo periodo de 2021), mientras que el déficit de la renta secundaria fue de 4.500 millones, frente a los 2.900 millones registrados un año antes.

Así las cosas, la cuenta de capital arrojó un superávit de 2.800 millones, un importe «similar» a los 3.000 millones de un año antes. Para el Banco de España, son «niveles muy superiores a los registrados en un tercer trimestre de la serie histórica» lo que refleja el incremento de fondos recibidos de la Unión Europea.