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La UCM y la ONCE preparan un ‘hackathon’ sobre juego responsable para concienciar a las nuevas generaciones

MADRID, 17 (SERVIMEDIA)

El ser humano es un ‘homo ludens’ y necesita jugar, tal y como proclamó en 1938 el historiador holandés Johan Huizinga. Estaba convencido de la función «esencial» del juego desde el punto de vista social y cultural. Así lo dejó escrito en un libro publicado el mismo año en el que nació la ONCE, organización que lleva casi un siglo erigida como «referente mundial en materia de juego responsable».

Así lo sostiene, en declaraciones a Servimedia, el director de la Cátedra Extraordinaria de Investigación sobre Juego Responsable y su Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la ONCE, el catedrático Ubaldo Cuesta, coincidiendo con el Día Internacional del Juego Responsable, que se conmemora cada 17 de febrero para concienciar de la importancia de un consumo responsable y seguro en lo referente a los hábitos de compra en este sector.

Esta fecha llega apenas un mes después de la publicación de los datos de la última encuesta Edades, auspiciada por el Plan Nacional Sobre Drogas y según la cual el 58,1% de la población de 15 a 64 años jugó con dinero de forma ‘online’ o presencial en los últimos 12 meses.

A este respecto, el también doctor en psicología, fundador y director del Laboratorio de Neurocomunicación y Cognición de la UCM aseguró que conmemorar esta efeméride es «muy importante» porque el juego «va en la naturaleza del hombre» y el ser humano lo necesita «para tener ilusiones y para disfrutar». «Y, desde los orígenes de la civilización, también necesita del juego con dinero, que, en sí mismo, no es malo, sino al contrario». Por eso, incidió en la importancia de «educar» a la población sobre lo «imperativo» que resulta «jugar de forma responsable» y para «evitar posibles riesgos».

En paralelo, aseveró que la modalidad de loterías que promueve la ONCE sirven para «ayudar a la gente», sabedor de que «un porcentaje enorme de sus beneficios económicos revierten sobre el bien de la población y de grupos que tienen necesidades especiales, como las personas con discapacidad», por lo que valoró que sea una institución «muy seria y muy responsable y volcada en ayudar a la sociedad».

Estas son algunas razones que llevaron a la UCM a establecer esta «alianza» con la ONCE en el marco de una cátedra que, según su responsable, «no conlleva ningún beneficio económico y que piensa siempre en el bien social» y en la que la universidad tiene como ‘partner’ a una institución «con muy buena reputación».

«La ONCE tiene más de 80 años y ha mantenido esta imagen y su reputación y esto no se puede hacer si no es verdad», apostilló, convencido de que la organización «lleva muchos años siendo referente mundial» en materia de juego responsable.

QUÉ ES LA CÁTEDRA DE JUEGO RESPONSABLE

Esta cátedra nació en 2021 con el objetivo de «impulsar y promover la comprensión y el conocimiento» de la ciudadanía sobre las loterías responsables y la investigación en el juego responsable y trasladar los resultados de sus investigaciones también a los profesionales relacionados con esta área.

Como «objetivo prioritario» se fijó el convertirse en un instrumento investigador que pueda ejercer la «pedagogía en investigación y comunicación de esta realidad social del juego responsable en particular y del mercado del juego en general» y su director juzgó «de gran interés» su lanzamiento para «dar eco social» a este fenómeno y para «ir cultivando esta idea del juego responsable, como el que practica la ONCE».

Junto a ello, señaló como otra «razón muy importante» el hecho de que se trata de una cátedra universitaria que se dedica «en gran medida» a la investigación e impulsa proyectos «serios y objetivos» sobre juego responsable y estudios basados en la evidencia y el conocimiento empírico como «única guía y motivo». Todo ello, para «ayudar a comprender mejor el fenómeno para poder disfrutar del juego evitando los posibles riesgos».

«Es muy importante obtener evidencias sobre qué es el juego responsable y cómo se puede mejorar y obtener conocimientos de la psicología básica sobre cuáles son los procesos cognitivos que se producen cuando una persona está jugando, que ayudan a entender mejor el fenómeno y, por lo tanto, a controlarlo mejor, en el sentido científico».

En este sentido, Cuesta explicó que, desde el punto de vista biológico y evolutivo, el cerebro está «definido» para obtener «refuerzos» y, mediante los llamados «circuitos del placer», se «orienta hacia aquello que le da placer porque ha sido biológicamente definido como algo bueno». «En principio, todo aquello que proporciona un incentivo positivo a un organismo es algo bueno y la naturaleza lo ha definido así para fomentar que la vida se desarrolle», sentenció, para advertir de que, «una vez que el ser humano descubre esos mecanismos de refuerzo, corre el riesgo de sobre activarlos para lograrlo».

Desde su punto de vista, es posible «enseñar» al ser humano «como organismo biológico» a que «disfrute de sus conductas que activan los circuitos del placer», pero, al mismo tiempo, «también a que sepa autocontrolarse para no entrar en una espiral de auto satisfacción que termina generando adicción».

BALANCE Y RETOS FUTUROS

El responsable de la Cátedra Extraordinaria de Investigación sobre Juego Responsable y su Comunicación de la ONCE y la Universidad Complutense de Madrid hizo para Servimedia un balance «muy positivo y satisfactorio» de esta «alianza» y, entre los hitos «más importantes» logrados hasta ahora mencionó una investigación científica sobre cómo «mejorar», en su caso, la comunicación que la ONCE mantiene a través de correo electrónico con aquellas personas que pueden tener riesgos de una conducta de juego desordenada.

Asimismo, la UCM organizó el Congreso Internacional de Comunicación y Salud, cuya segunda edición tendrá lugar a finales de abril, y la cátedra también llevó a cabo un «análisis» del ‘Informe sobre adicciones comportamentales 2021’ del Ministerio de Sanidad, que sirvió de base para realizar uno «propio» en el que los especialistas fueron «desglosando» todos los resultados para «poderlos analizar, interpretar y mejorar la repercusión de la política de la ONCE sobre el juego responsable, adecuándola a la realidad actual».

HACKATHON SOBRE JUEGO RESPONSABLE

Con vistas al futuro, Cuesta avanzó que la cátedra está «planificando» un ‘hackathon’ sobre juego responsable en el que podrán participar todas las facultades de comunicación de las universidades españolas con la «idea» de organizar un concurso sobre juego responsable entre los alumnos y cuyas bases se publicarán en una página web desarrollada en el marco del proyecto.

Para el especialista, este es un ejemplo de que la UCM y la ONCE ven «vital» el hecho de «inculcar el juego responsable en las nuevas generaciones», de ahí la idoneidad de involucrar a los estudiantes de las facultades de comunicación, a los que pretenden «hacerles reflexionar sobre las consecuencias del juego». «Vamos a sensibilizar a los futuros líderes de la comunicación para que, a su vez, ellos influyan sobre la sociedad, involucrándolos con una persuasión activa, que es la más eficaz de todas», apostilló.

Por último, además de actualizar y mantener «viva» la página web de la cátedra, en la que se van añadiendo «todos los trabajos científicos y académicos que surgen sobre este tema de juego responsable», a Cuesta le «gustaría mucho» articular un «pequeño seminario» con periodistas especializados en salud para «sensibilizarles sobre la importancia del juego responsable y cómo tratar bien la información».