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Madrid, líder en el incremento de demandas de disolución en España durante el primer trimestre de 2022

De acuerdo con los últimos datos publicados por el servicio de estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) durante el primer trimestre del año en curso se presentaron un total de 25.261 demandas de disolución, lo que supone un descenso del 0,5% respecto al mismo período del año anterior.

Y, aunque a priori pueda parecer un descenso casi insignificante, se trata de un dato a tener muy presente, especialmente, si se tienen en cuenta que durante el pasado año 2021 las demandas de disolución aumentaron un 2,5%.

Y es que, al parecer la pandemia también ha pasado factura a las relaciones de pareja, aunque de acuerdo con los datos esta factura es bastante desigual según la CC. AA. en la que se resida, así, mientras Cantabria presenta un acusado descenso del 13,7%, Madrid experimentó un notable aumento del 14,6%.

En cualquier caso, y tal y como comentan procuradores en Madrid, al hablar de demandas de disolución conviene tener claros algunos conceptos. Primero hay que tener claro que las demandas de disolución engloban a las demandas de nulidad, separación y divorcio. A continuación, es preciso aclarar que en el caso de separaciones y divorcios se debe diferenciar entre aquellos que se llevan a cabo de manera consensuada, y aquellos que no, siendo en este último caso, obligatoria la presencia de procurador y abogado, mientras que en el primer caso será obligatoria la presencia de abogado y opcional la presencia de procurador. Asimismo, se debe diferenciar entre divorcio y separación.

Un divorcio consensuado es aquel en el que ambas partes están completamente de acuerdo en el reparto de bienes, cuidado y mantenimiento de hijos, etc., quedando todo ello reflejado por escrito en un convenio regulador. Por su parte, el divorcio no consensuado, también llamado contencioso, es aquel en el que no hay acuerdo entre las partes y, por lo tanto, tampoco existirá convenio regulador, sino que será un juez el que estipule la forma en que se llevará a cabo.

En cuanto a la separación, la principal diferencia con el divorcio es que implica la suspensión de la vida en común que hasta el momento había mantenido la pareja, pero no la total disolución del vínculo que los une.

Regresando a los datos, y, concretamente, a los de la Comunidad de Madrid, durante los tres primeros meses de 2022, se produjo un incremento de todos los anteriores. Así, mientras que los divorcios consensuados se incrementaron un 10,8%, los no consensuados lo hicieron un 20,5%, las separaciones no consensuadas lo hicieron un 15,6% y las consensuadas un 22,8%.

Pese al notable incremento de demandas de disolución en Madrid, y aunque a priori se pudiera pensar que en el caso de los divorcios a los madrileños les cuesta llegar a acuerdos, lo cierto es que, atendiendo al número de demandas, las que se llevan a cabo de manera consensuada superan con creces a las que no, lo que permite llegar a una conclusión positiva, que, cuando las relaciones llegan a su fin, la mayor parte de los madrileños parecen optar por el entendimiento y el consenso.