Hace ya años que los créditos rápidos han pasado a formar parte del imaginario colectivo y una de las opciones para muchos que necesitan dinero de manera rápida.
Mientras que antes daba la sensación de inseguridad, hoy en día son muchas las entidades que avalan los procesos financieros tras ellos, garantizando al que los solicita una seriedad que antes estaba en entredicho.
Pero habría que tener en cuenta ciertas cosas antes de lanzarse a la petición de este tipo de crédito.
Qué debes saber de las financieras y de los créditos rápidos
- Lo primero a tener en cuenta es la cantidad: este tipo de créditos están pensados para tapar un agujero puntual, o pagar un capricho puntual en un momento dado. No se trata de la opción para grandes líneas de crédito sino de cantidades relativamente accesibles. Normalmente, se suelen usar para pedir un máximo de 3000 euros.
- Las financieras piden una devolución más rápida: los plazos para amortizar el crédito suelen ser, al ser cantidades también más bajas, más cortos. De ahí que haya que pensarlos para una necesidad puntual y teniendo en cuenta realmente los plazos y cantidades en los que deben ser satisfechos.
- Rapidez: Una de las ventajas de este tipo de producto es la rapidez con la que puede hacerse efectiva en la cuenta del demandante. Tan solo teniendo claro el importe y habiendo rellenado un cuestionario con la info, en cuestión de horas se puede ver.
- No hace falta justificar: uno de los atractivos para muchos usuarios es, precisamente, que no hace falta detallar, como en las entidades bancarias, el uso que se dará al dinero pedido. Eso hace que sea un producto atractivo, sobre todo durante los años de crisis, para muchos.
- Se puede realizar desde el propio domicilio: este tipo de producto tiene, normalmente, una línea telefónica y online que es como se gestiona. De esta manera, muchos que no quieren llegar a ningún local, pueden, desde la intimidad de sus domicilios u oficinas, gestionarlo.
- Finalmente, no podemos no recomendar leer detalladamente las condiciones de este tipo de contrato ya que, como decimos, es un producto distinto al que es un préstamo bancario. Pregunta las dudas, revisa detalladamente el plan de devoluciones y ten claro cuáles serán tus obligaciones para luego no tener sorpresas.