Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Disolución de empresa – un trámite que mejor hacerlo bien

Por desgracia, son muchas las empresas que necesitan acabar liquidando la sociedad que crearon para poder operar y trabajar. De un tiempo a esta parte, este tipo de trámites es más habitual de lo deseable en las gestorías.

Tan solo el año pasado y, en mayor parte, por la pandemia, echaron el cierre más de 30.000 sociedades – principalmente muchas dedicadas al mundo de la hostelería y que no superaron los cierres y restricciones alargadas en el tiempo – pero, ¿se sabe qué hay que hacer para liquidar de forma legal y correcta toda actividad y evitar problemas futuros?

“Por desgracia hemos tenido meses de constante crecimiento en este tipo de gestión. Es importante, ante todo, empatizar con quien llega con la intención de cesar la sociedad que, en su momento, se creó con tantas ganas. Pero siempre hay que ser práctico, mejor hacerlo bien desde el primer momento y con el asesoramiento de expertos para evitar problemas que acaben suponiendo más quebraderos de cabeza” comentan desde Valmin Asesores.

En realidad, uno de los aspectos más importantes en la disolución de una sociedad es el ámbito fiscal.

Hay que tener en cuenta impuestos como el de sociedades, el de actividades económicas, el IRPF e incluso el de incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana.

Los activos son una de las partes más claves a la hora de presentar de verdad una declaración definitiva ya que el reparto y su valor llevan una tributación especial que hay que saber liquidar de forma correcta para evitar multas a posteriori.

“Es un proceso complejo y merece la pena contar con una asesoría que se dedique a esto y que ayude desde el principio a ir cerrando frentes, incluyendo el registro mercantil. Pese a que es uno de los momentos más duros para un empresario, acompañar e informar de cada paso les ayuda también a ir superando el duelo por la disolución” comentan.

Sea como fuere, es el momento de ser frío y de seguir las directrices de los asesores ya que todo lleva un orden y hay que seguirlo para evitar complicaciones y poder liquidar, de forma correcta, todo lo que ha conllevado años de ejercicio económico.