Pulsa «Intro» para saltar al contenido

El Banco de España rebaja nueve décimas la previsión de crecimiento del PIB para 2022 y la sitúa en el 4,5%

– Espera una reducción a partir del tercer trimestre en la inflación, que sitúa en el 7,5% de media para 2022, para bajar al 2% en 2023

– Calcula que las medidas para mitigar el encarecimiento energético restarán entre 0,5 y 0,8 puntos a la inflación, pero sin contar aún el tope del precio del gas

MADRID, 05 (SERVIMEDIA)

El Banco de España prevé que la economía española crezca un 4,5% del PIB en 2022, lo que, debido al impacto económico de la guerra de Ucrania, supone nueve décimas menos respecto a la previsión que el organismo realizó el pasado diciembre.

Así se refleja en las proyecciones macroeconómicos para el periodo 2022-2024 presentadas este martes por el Banco de España, que prevé que el crecimiento económico trimestral entre enero y marzo sea del 0,9%, frente al 2,2% estimado en diciembre, mientras que para el segundo trimestre, en el que espera que se dé el mayor impacto de la guerra de Ucrania, estima un crecimiento del 0,1%.

En cuanto al crecimiento anual, estima que, tras el 5,1% del PIB experimentado en 2021, sea del 4,5% en el presente ejercicio, del 2,9% en 2023 (frente al 3,9% estimado en diciembre) y del 2,5% en 2024 (frente al 1,8% calculado en diciembre). De esta manera, la recuperación del nivel prepandemia de la actividad económica tendría lugar en el tercer trimestre de 2023.

Durante la presentación de las previsiones, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, advirtió que las proyecciones macroeconómicas están sujetas a un grado de incertidumbre muy elevado, por lo que recomendó «mucha cautela» a la hora de interpretar las previsiones, ante la dificultad de prever cuál será la evolución de la guerra en Ucrania o del precio de la energía y, en consecuencia, de la inflación y el consumo. De esta forma, indicó que incluso no puede descartarse tasas de crecimiento negativas en los próximos trimestres.

Sobre el 4,5% de crecimiento del PIB previsto para 2022, el Banco de España indicó que la rebaja respecto a la previsión de diciembre «sería aún más pronunciada» de no ser por la evolución más favorable de lo previsto de la actividad en la segunda mitad de 2021, con un impacto positivo de 0,8 puntos porcentuales sobre la tasa de crecimiento del PIB de 2022.

IMPACTO GUERRA

Sobre el impacto de la guerra, el Banco de España considera que la invasión de Ucrania por Rusia «constituye una perturbación económica muy severa» a nivel internacional y «cuya duración e intensidad están sometidas a una enorme incertidumbre».

Sobre su impacto en la economía española, Gavilán aseguró que «la guerra en Ucrania nos va a afectar», y explicó que, pese a la reducida exposición energética y comercial de España respecto a Rusia y Ucrania, el impacto del conflicto bélico en la economía española llegará fundamentalmente a través de las materias primas, además de por la reducción de los intercambios comerciales y por la mayor incertidumbre.

Así, el organismo subraya el impacto en el incremento de los costes, principalmente a través de la energía, y que estos «parecen haber comenzado a transmitirse con cierta intensidad a los precios finales de otros bienes y servicios, mermando la capacidad de compra de los hogares.

De esta forma, el Banco de España espera que el impacto macroeconómico más intenso de la guerra «se observe en el segundo trimestre del año» y que, en ausencia de una escalada en el conflicto, «el dinamismo de la actividad aumente gradualmente en el segundo semestre». Sin embargo, el director general de Economía y Estadística indicó que la previsión es que el conflicto no tenga un impacto estructural negativo en la economía española, de manera que para el horizonte de proyección se espera que el crecimiento económico sea el mismo que el previsto en diciembre.

INFLACIÓN

En lo que respecta a la inflación, el Banco de España prevé que en 2022 sea de un 7,5% de media, frente al 3,7% que calculaba en diciembre, aunque Gavilán apuntó que, según la relajación de los precios a partir de julio prevista por los mercados de futuros de la energía, la tasa de inflación se reducirá a partir del tercer trimestre, de manera que en el último trimestre se mantendría por encima del 3%. En su previsión, el organismo espera que la alta inflación actual tenga un impacto reducido en cuanto a una realimentación entre precios y salarios, de forma que ya en 2023 la inflación bajaría al 2% y al 1,6% en 2024.

En este sentido, el Banco de España calcula que las medidas aprobadas por el Gobierno en el plan de choque para mitigar el impacto económico de la guerra de Ucrania, fundamentalmente en los precios de la energía, resten entre 0,5 y 0,8 puntos porcentuales a la tasa de inflación media de 2022.

Gavilán, explicó que dicha previsión no recoge, al no conocerse aún el modo en que se concretará, la propuesta realizada por parte de los gobiernos de España y de Portugal a la Comisión Europea de limitar el precio del gas a 30 euros por megavatio hora para las centrales de generación eléctrica que utilizan esta materia prima.

Así, el Banco de España considera que esta medida «podría suponer una fuerte rebaja en los precios mayoristas de la electricidad y, en consecuencia, tener un impacto significativo sobre los precios pagados por los consumidores».

DÉFICIT, DEUDA Y PARO

Por otro lado, el Banco de España considera que «la guerra constituye una fuente de presión adicional sobre las cuentas públicas» y que, aunque en 2021 «el cierre presupuestario ha sido más favorable de lo que anticipaban las proyecciones de diciembre», el déficit público es revisado al alza a lo largo del periodo 2022-2024 ante el empeoramiento de las perspectivas de actividad económica, de las medidas adoptadas en el corto plazo para mitigar el impacto de la guerra, y de la actualización de determinadas partidas de gasto con una senda de inflación más elevada.

Sobre las medidas aprobadas el 29 de marzo por el Ejecutivo para hacer frente a la crisis derivada de la guerra, el Banco de España señaló que permitirán movilizar unos 6.000 millones de euros bajo la forma de ayudas directas y de reducciones impositivas, y 10.000 millones de euros adicionales a través de una línea de avales crediticios del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

De esta forma, el Banco de España prevé que el déficit público baje del 6,9% a cierre de 2021 a un 5% en 2022, superior en dos décimas al 4,8% previsto en diciembre, para posteriormente subir al 5,2% en 2023 (4% previsto en diciembre) y bajar al 4,7% en 2024, un punto por encima del 3,4% que en diciembre el Banco de España estimaba para dicho ejercicio.

En cuanto a la deuda pública, la previsión del supervisor es que del 118,4% de 2021 se reduzca al 112,6% en 2022 y aumente al 112,8% en 2023 y 113,5% en 2024, frente al 115,7% que preveía en diciembre para el actual ejercicio y al 113,7% y 113,5% que estimaba para los dos próximos años.

En lo referente a la tasa de paro, el Banco de España estima que, tras cerrar 2021 en el 14,8%, baje al 13,5% en 2022, mejorando el dato del 14,2% que preveía en diciembre. Posteriormente, espera que baje al 13,2% en 2023 y al 12,8% en 2024, mientras que en diciembre estimaba que bajaría al 12,9% el próximo año y al 12,4% en 2024.

Así, sobre la evolución del empleo, Gavilán señaló que «el mensaje es claro» y que «la recuperación del empleo ha continuado en los últimos meses», aunque a un ritmo más lento.

En lo que se refiere al consumo, el supervisor prevé que crezca un 4,5% en 2022, un 3,9% en 2023 y un 2,4% en 2024.