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Emprender: ¿Por dónde debo empezar?

En un mercado laboral cada vez más incierto, son muchos los que deciden probar suerte y emprender para poder cotizar, por un lado, y salir adelante mientras la situación y recuperación económica llega.

Pero, ¿por dónde empezar? Lo primero es tener claro cuáles son los pasos a seguir para registrar una compañía y, sobre todo, saber que todo está al corriente con hacienda para evitar que empiece directamente lastrada. Lo más sencillo es recurrir a una buena asesoría fiscal como Diligens Tax Consulting para garantizar que todo está perfecto.

Una vez hecho esto, teniendo en cuenta y claro cuál será el desembolso que supone de crear una Sociedad Limitada o una Sociedad Anónima, dependiendo del sector en el que se vaya a operar y los socios que se implicarán y su futuro desarrollo dentro de la compañía.

¿Por qué? Porque el coste de crear una y otra varía en lo que a capital inicial se refiere, pero, sobre todo, en el papel futuro de la participación de cada socio y la posibilidad de vender su porcentaje o no tan libremente.

De un capital inicial de 3000 euros en el caso de la S.L. a uno de 60.000 en el caso de S.A. la diferencia es obvia. Una vez definida la actividad y el tipo de sociedad, comienza en realidad la aventura para darle nombre y comprobar en el Registro Mercantil que es viable. Hecho el trámite, es el momento de crear una cuenta bancaria que sea exclusivamente de la empresa y a través de las que se realicen los movimientos económicos y empresariales. Ese es el momento de la redacción de los estatutos. Clave para el funcionamiento de la compañía y que será la guía de actuación.

Teniendo todo esto preparado, es el momento de ir a notaría para hacer firme y crear en realidad la empresa para, posteriormente, darse de alta en Hacienda, Registarla en el Registro Mercantil y recibir el NIF definitivo y empezar a trabajar.

Es clave, para asegurar que todo está declarado y presentado en tiempo y forma, contar con una buena asesoría que vaya atesorando no solo la documentación que vaya solicitando para la declaración de impuestos y demás obligaciones con las administraciones sino para dar seguimiento al buen funcionamiento dentro de los marcos legales de la misma.

A partir de aquí, decisiones, trabajo, suerte y un producto y servicio de calidad que poco a poco se abra camino y consiga una cartera de clientes.