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España: 5.594 nuevos megavatios solar fotovoltaica

España ha alcanzado un nuevo récord al añadir 5.594 nuevos megavatios (MW) de potencia instalada de energía solar fotovoltaica conectada a la red, lo que representa un incremento del 28% en comparación con 2022. Este crecimiento ha impulsado la generación de energía renovable en un 15,1% en 2023, permitiendo que esta represente el 50,3% de la producción eléctrica total del país. 

Además, 2023 ha sido el año con las menores emisiones de CO2 equivalente (gases de efecto invernadero), con una reducción de casi un 28% respecto al año anterior. Una combinación de factores económicos, ambientales y tecnológicos han hecho que sea una opción viable y atractiva para diversos sectores de la sociedad.

Uno de los principales impulsores del crecimiento de las instalaciones solares fotovoltaicas es la reducción de costos asociados con la tecnología. En la última década, el precio de los paneles solares ha disminuido drásticamente, haciendo que la inversión inicial sea más accesible para particulares e industrias. Además, han incrementado la rentabilidad de estas instalaciones, permitiendo un retorno de inversión más rápido y significativo.

Para los particulares, ofrece una serie de beneficios económicos directos. En primer lugar, reduce significativamente la factura de electricidad, permitiendo a los hogares generar su propia luz y, en muchos casos, vender el excedente a la red eléctrica. Esta independencia energética no solo resulta en ahorros económicos, sino que también proporciona una mayor seguridad ante posibles aumentos en los precios de la electricidad.

Además, contribuyen a la sostenibilidad y a la reducción de la huella de carbono de los hogares. Al generar electricidad a partir de una fuente renovable, se disminuye la dependencia de combustibles fósiles y se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Este compromiso con el medio ambiente es cada vez más valorado por los consumidores, quienes buscan adoptar estilos de vida más sostenibles.

En el ámbito industrial, las ventajas son igualmente significativas. Para las empresas, la adopción no solo representa una oportunidad de reducir costos operativos, sino que también mejora la imagen corporativa. Las industrias que invierten en placas solares demuestran un compromiso con la sostenibilidad, lo que puede traducirse en una ventaja competitiva y en una mejor relación con clientes y socios comerciales.

La energía solar también ofrece a las industrias una mayor estabilidad y previsibilidad en sus costos energéticos. A diferencia de los combustibles fósiles, cuyos precios pueden ser volátiles y estar sujetos a fluctuaciones del mercado global, el sol proporciona una fuente de electricidad constante y predecible. Esta estabilidad permite a las empresas planificar a largo plazo con mayor precisión y seguridad.

Un beneficio adicional en el sector industrial es la posibilidad de acceder a incentivos y subsidios gubernamentales. En muchos países, los gobiernos ofrecen programas de apoyo financiero y fiscal para fomentar la adopción de energías renovables. Estos incentivos pueden incluir desde subvenciones directas hasta créditos fiscales y exenciones de impuestos, lo que reduce aún más el costo de inversión y acelera la transición hacia fuentes de energía más limpias.

A medida que la tecnología continúa avanzando y los costos siguen disminuyendo, se espera que el crecimiento de paneles solares se acelere aún más. Tanto particulares como industrias están reconociendo cada vez más los beneficios económicos, ambientales y sociales de invertir en paneles, y están tomando medidas para aprovechar estas ventajas.

“Nos encargamos del diseño y construcción de las nuevas instalaciones de energía solar fotovoltaica y del mantenimiento de las existentes de los diferentes tipos de energía: aislada, autoconsumo o inyección a red”, comentan en Atelec.

El incremento de las instalaciones solares fotovoltaicas para particulares e industrias representa una transformación notable en la producción y el consumo energético. Las ventajas económicas, la disminución de la huella de carbono, la estabilidad en los precios de la energía y los incentivos gubernamentales son elementos cruciales que están promoviendo esta adopción generalizada. Con los avances tecnológicos continuos y el creciente compromiso con la sostenibilidad, se presenta como una solución esencial para un futuro energético más limpio y eficiente. Este cambio no solo beneficia al medio ambiente, sino que también fortalece la independencia energética y promueve un desarrollo económico más sostenible.