MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
El director general de Farmaindustria, Juan Yermo, advirtió de que «Europa se enfrenta a un menor acceso a nuevos medicamentos porque la I+D biomédica se realiza en Estados Unidos y Asia», por lo que pidió a la Unión Europea mayores incentivos para el desarrollo de centros de innovación de primer nivel.
Así lo manifestó durante una reunión celebrada en Madrid sobre el futuro de la investigación biomédica, con motivo de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea.
Durante su intervención, Yermo aseguró que «los europeos se enfrentan a un menor acceso tanto a nuevos medicamentos como a la posibilidad de participar en ensayos clínicos pioneros, ya que la I+D de nuevos tratamientos se está trasladando cada vez más a sectores más ambiciosos de las ciencias de la vida en Estados Unidos y Asia».
Bajo el título ‘Configurar un ecosistema de innovación europeo’, el foro organizado por la Agencia Española de Medicamentos (Aemps) y la Red Europea de Innovación, reunió a los diferentes actores europeos involucrados en la investigación y el desarrollo de medicamentos innovadores.
El director general de Farmaindustria subrayó que la Unión Europea ha pasado en apenas dos décadas de liderar la I+D biomédica mundial a ser el origen de sólo el 23% de los nuevos medicamentos, mientras que el 47% proceden ya de Estados Unidos.
EEUU Y ASIA A LA CABEZA
Para explicar esta situación, puso como ejemplo de esta pérdida de competitividad lo que está ocurriendo con las llamadas terapias avanzadas, los tratamientos médicos más innovadores. «EEUU tiene el 50% de las instalaciones de fabricación de estas terapias y Asia se está convirtiendo rápidamente en la región más competitiva para atraer ensayos clínicos de terapias avanzadas, mientras que Europa está perdiendo relevancia en este campo».
Por este motivo, Yermo señaló que para garantizar que la UE tenga acceso a los últimos medicamentos innovadores que mejoren los resultados de los pacientes, es fundamental revertir estas tendencias garantizando que la industria farmacéutica siga siendo innovadora y líder mundial.
Para lograr este objetivo, Europa debería incentivar el desarrollo de verdaderos polos de innovación de categoría mundial y desarrollar políticas a largo plazo (15-20 años) para crear estabilidad y atraer inversiones biofarmacéuticas.
A esto añadió que «las decisiones relativas a la inversión en centros de investigación y fabricación son decisiones a largo plazo». Por eso, indicó que «las decisiones políticas que se tomen hoy repercutirán en el atractivo de Europa para la inversión durante las próximas décadas».
LEGISLACIÓN FARMACÉUTICA
Para Yermo, actualmente hay una clara oportunidad de implementar estas políticas, gracias por un lado a la revisión de la legislación farmacéutica que está realizando la Comisión Europea y, por otro, a la Presidencia española de la UE durante la que se presentará -el próximo 6 de octubre- la propuesta de trabajo para desarrollar la Autonomía Estratégica Abierta.
De hecho, agregó, «la inversión en investigación de las empresas se verá cada vez más influenciada por la agilidad y flexibilidad regulatorias y por un entorno que garantice que los pacientes puedan beneficiarse de nuevas terapias».
Sin embargo, señaló Yermo, la propuesta de revisión del paquete legislativo que ha presentado la Comisión Europea contiene aspectos positivos, pero incluye también medidas que representan un serio riesgo para el modelo productivo de I+D en el continente.