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Industria y soldadura láser, ¿la nueva revolución?

Pese a que es un tipo de sistema que viene usándose desde los años 60, cuando rápido se intuyeron las ventajas que tendría, lo cierto es que la industria no lo adoptó a sus procesos hasta hace bien poco.

En un contexto en el que la industria ha demostrado ser vital para abastecer distintos sectores y que, hoy en día, busca la automatización y optimización de los procesos, buscando soluciones que, en poco tiempo, permitan un resultado impecable.

Y en ese sentido, el uso de la soldadura láser no solo ahorra tiempo y recursos, sino que consigue una deformación mínima en piezas soldadas al aplicar una aportación térmica donde el nivel de calor no es tan alto como en la soldadura tradicional, permitiendo también de esta manera aplicarla sobre muchos más materiales que permitirían su trabajo sin perjuicio de sus propiedades.

Las máquinas de soldar láser, además, han avanzado en los últimos tiempos lo suficiente como para mejorar la velocidad, precisión y versatilidad. De hecho, es hasta diez veces más rápida que la tradicional.

Entre las ventajas, la seguridad. El clip de la pistola solo funciona cuando está activada, algo muy similar a otros equipos láser, con todas las medidas de seguridad necesarias, con unas costuras casi perfectas con respecto al uso.

Esto viene a demostrar que la industria está dando todos los pasos hacia la automatización para mejorar la productividad. Ha quedado constatado que, actualmente, la industria va a ser uno de los pilares que servirá para la búsqueda de la recuperación económica.

Y sin industria, no hay transición tampoco hacia la economía verde ya que gracias a este tipo de decisiones se consigue mejorar el gasto energético, apostar por soluciones que contaminen y requieran menos recursos naturales y, sobre todo, mejoren la productividad en tiempo, esfuerzo y dinero.

Sin duda, es el momento de apostar por la industria como creadora de exportaciones, de trabajo y de flujos económicos para poder apoyar la recuperación de la economía no solo a nivel local sino nacional.

Las exportaciones de productos fabricados en España cada vez son más habituales, lo que permite no solo transacciones sino ser un referente a nivel europeo y mundial en ciertos sectores teniendo en cuenta la capacidad de producción, la calidad de la misma y el tiempo de gestión.