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La bolsa y la situación macroeconómica

Las bolsas de todo el mundo están viviendo una crisis y los tipos de acciones están cayendo. Por ejemplo, el S&P 500, un índice que representa la rentabilidad media de las 500 acciones más importantes de Wall Street, lleva cayendo un 20% desde el valor máximo que alcanzó al inicio de 2022. En este vídeo vamos a explicar las razones de todas estas caídas y analizar cuánto tiempo más podrían durar. Pero para explicar esta crisis tenemos que ir mucho más allá en el tiempo, al año 2008, cuando se desató la última gran crisis financiera. Y eso es porque las decisiones que la Reserva Federal tomó en aquel momento para salir adelante de la crisis tienen consecuencias negativas hoy en día y son la primera y principal razón de la caída de los mercados de acciones.

Entonces, ¿qué decisiones tomó la Reserva Federal en 2008 y cómo nos están repercutiendo hoy? Para sacar al país de la crisis de 2008 lo más rápido posible, la Reserva Federal tomó dos decisiones. La primera fue la de salvar a los bancos para que no desaparecieran dándoles mucho dinero y la segunda fue la de imprimir muchísimo dinero. Comencemos por la primera. Uno de los principales problemas de la crisis de 2008 fue que la misma afectó a los bancos. Los bancos eran dueños de muchas de las inversiones que se desplomaron en la crisis de 2008 y eso hizo que muchos estuvieran al borde de quebrar, que es cuando se quedan sin dinero y cierran.

De hecho, en septiembre de 2008 el banco Lehman Brothers finalmente quebró y fue lo que disparó la crisis. Y la crisis de un banco tiene un gran impacto para un país, porque cuando un banco quiebra, no solo el banco deja de funcionar, sino que además todas las personas que son clientes de ese banco pierden todo su dinero. Imagínate qué hubiese pasado si todos los bancos hubiesen quebrado.

Millones de personas en todo el mundo hubiesen perdido su dinero. Pero, ¿por qué el resto de los bancos no quebraron? Bueno, eso es porque la Reserva Federal de Estados Unidos compró lo que llaman activos tóxicos para rescatar algunos bancos y a AIG, la empresa aseguradora, que es una empresa que vende seguros como por ejemplo el de tu automóvil, más grande de aquel momento en Estados Unidos. Un activo tóxico es una inversión que sale tan mal que ya nadie quiere comprar, por eso los inversores que la tienen simplemente la toman como una pérdida total. En la crisis de 2008, varios bancos como Lehman Brothers o Beard Stands y empresas de seguros como AIG, realizaron inversiones que salieron muy mal y se transformaron en activos tóxicos.

Entonces, la Reserva Federal decidió comprarles esos activos tóxicos para evitar que más bancos quebraran como quebró Lehman Brothers, lo que hubiera empeorado la crisis. Y esas compras fueron por miles de millones de dólares. Por ejemplo, rescatar a AIG le costó a la Reserva Federal 182.000 millones de dólares. Pero para poder hacer esos rescates, la Reserva Federal tuvo que imprimir mucho dinero para comprar esos activos tóxicos, lo que nos lleva a la segunda decisión que tomó la Reserva Federal para sacar a Estados Unidos de la crisis, que fue imprimir dinero. Ya que más allá del dinero que imprimió para salvar a los bancos, la Reserva Federal viene imprimiendo dinero en grandes cantidades desde 2008, especialmente durante la pandemia.

Este es un gráfico de M2, que es la suma total de dólares que existen en el mundo. Cuando se desató la crisis, M2 era de casi 8 billones de dólares, y hoy es de 21,5 billones, casi el triple, y esa diferencia se cubrió con impresión de dinero. Y la razón para imprimir todo ese dinero fue para salvar a los bancos, pero más que nada para que la economía volviera a crecer. Esto es porque cuando la Reserva Federal imprime dinero, le da una parte al Gobierno para que lo gaste y genere empleo, por ejemplo, construyendo rutas, y la otra parte se la da a los bancos para que puedan prestárselo a las personas y a las empresas para que gasten el dinero y consuman más, lo que hace crecer la economía. Y eso sin duda funcionó, ya que desde la crisis de 2008, la economía de Estados Unidos casi no paró de crecer como vemos en este gráfico del PIB, que es todo lo que un país produce y consume por año. Pero el problema con ese dinero que se imprime es que genera inflación.

Esto es porque la inflación aumenta cuando hay demasiado dinero en una economía, ya que el dinero funciona como cualquier producto en cuanto a su valor. Cuando algo es escaso como un diamante, vale mucho dinero, pero cuando algo se puede comprar fácilmente en todos lados, como la harina, entonces vale poco dinero. Con el dólar pasa lo mismo. Cuando se imprime demasiado dinero, el mismo deja de ser escaso y pierde su valor, lo que hace que necesitemos más dinero para comprar las mismas cosas. Este gráfico nos muestra la inflación en Estados Unidos, y allí vemos cómo aumentó la inflación en 2009 cuando se imprimió mucho dinero para salvar a los bancos, y después en 2020, que es cuando la Reserva Federal aceleró la impresión de dinero para ayudar a las personas en la pandemia, pasó lo mismo.

Pero ¿por qué el Gobierno imprimiría tanto dinero sabiendo que va a generar tanta inflación? Bueno, en gran parte no le ha quedado otra. Las opciones eran dejar que el mundo se hundiera en una crisis aún peor dejando que millones de personas perdieran todo su dinero, o salir a rescatar a los bancos e imprimir dinero. Lo mismo pasó en la pandemia. Los gobiernos tenían la opción de dejar que la crisis de la pandemia impactara por completo a las personas que se quedarían sin trabajo, o imprimir dinero para ayudarlas a pasar mejor ese duro momento.

Por ejemplo, la Comisión Europea usó 100.000 millones de euros durante la pandemia para dar dinero a aquellos que se quedaban sin empleo, o a las empresas que tuvieran problemas para no despedir trabajadores. Ahora la Reserva Federal tiene que bajar la inflación, y si el exceso de dinero fue lo que la generó, tienen que recuperar ese dinero que imprimieron para bajarla. Para recuperar el dinero, los gobiernos usan bonos, que es la forma en la que los países les piden dinero prestado a los inversores. Los gobiernos sacan estos bonos que los inversores compran para ganar dinero con la tasa de interés.

Por ejemplo, si la tasa de interés es del 2%, entonces el inversor recibirá el 2% por año del monto al que compró ese bono. Entonces, para lograr que los inversores le den dinero y así sacar ese dinero de la economía para bajar la inflación, la Reserva Federal está subiendo agresivamente las tasas desde 0,25%, que estaba a principios de año, a 4% después de la última subida.

El objetivo de la Reserva Federal es lograr bajar la inflación al 2% anual, cuando hoy es del 7,7% anual. Pero eso tomará mucho tiempo. Por ejemplo, la sucursal de la Reserva Federal en San Francisco cree que el objetivo del 2% se cumplirá a principios de 2025. Y la razón por la que ellos creen que se llegaría para el 2025 es por la velocidad con la que la Reserva Federal está rescatando dinero. A septiembre de 2022, la Reserva Federal sólo redujo la cantidad de dinero en 337 millones con respecto a enero, es decir, sólo un 2,5% de todo lo que se imprimió desde 2008, así que aún falta mucho dinero por quitar. Este proceso de subir las tasas es la primera de las causas por las que caen las bolsas del mundo. La razón es que sacar dinero de la economía hace que a las empresas les vaya cada vez peor, y por eso los inversores venden las acciones.

Es decir, si los inversores piensan que las empresas van a ir mal, prefieren invertir en el bono del Tesoro de Estados Unidos que está respaldado por la Reserva Federal. Por eso, esos inversores dejan de invertir en las empresas y por lo tanto las empresas dejan de crecer, empiezan a tener menos dinero y tienen que despedir a las personas. Ese desempleo, junto con la inflación, hace que las personas puedan comprar menos cosas y se reduzca el consumo, y eso genera un ciclo negativo en el que las empresas despiden a las personas porque venden menos, pero los despidos hacen que las empresas vendan aún menos productos, lo que genera más despidos.

De hecho, el Producto Interior Bruto de Estados Unidos, que como dijimos antes es la suma de todo lo que se produce y consume en un país, cayó en el primer y segundo trimestre de 2022, lo que significa que la economía se está achicando. Y por más que subió en el tercer trimestre, se espera que la economía se contraiga aún más en 2023 porque la Reserva Federal seguirá sacando dinero de la economía para bajar la inflación. Eso significa, en un principio, que las acciones de la Reserva Federal para bajar la inflación, de subir las tasas y recuperar los dólares de la economía, podrían estar funcionando.

Si miramos el gráfico de la inflación, podemos ver que está retrocediendo en los últimos meses, pero este problema aún está muy lejos de resolverse y lo más probable es que en algún momento vuelva a aumentar por dos razones. La primera tiene que ver con los alquileres. Los alquileres en general tardan más en aumentar que el resto de los precios porque, para la mayoría de los estadounidenses, el monto mensual de alquiler es fijo y solo cambia cuando firman un nuevo contrato de alquiler.

A medida que se empiecen a firmar los nuevos contratos, se van actualizando los valores. Eso significa que la inflación subirá cuando esos nuevos contratos firmados por cantidades más altas sean usados para calcular la inflación. Y el problema es que los alquileres representan el 42% del gasto de un americano promedio, que es lo que se usa para medir la inflación, por lo que si los precios de los alquileres aumentan mucho, la inflación subirá. Y la segunda razón tiene que ver con los precios de la energía. El hemisferio norte está ya entrando en lo peor del invierno y Rusia sigue firme en su plan de no reanudar el suministro de gas a los aliados de Ucrania mientras duren las sanciones.

A medida que aumente el consumo de gas, el precio comenzará a subir más y más. De hecho, ya está empezando a subir nuevamente después de haber bajado durante el verano europeo. Pero ese no es el único problema, ya que el petróleo también está subiendo. El gas y el petróleo son usados para muchas cosas, como producir energía eléctrica, calefaccionar hogares en invierno, producir combustible, entre otros. Por eso, si aumentan el gas y el petróleo, aumentará el coste del combustible para transportar productos, aumentará el coste de la energía eléctrica que usan las fábricas para producir, aumentará el gas que utilizan los hogares y oficinas para calefaccionar, y así con todo.

Es decir, un aumento del gas y el petróleo hace que aumente prácticamente todos los precios de una economía. En este gráfico podemos ver las variaciones en el precio del petróleo en rojo y la inflación en azul. Y aquí podemos ver que existe una fuerte relación entre ambos. Cuando el petróleo sube, la inflación en general también lo hace. Por eso, si pensamos que la inflación va a seguir subiendo, la Reserva Federal va a tener que seguir aumentando las tasas, y eso va a hacer que las personas tengan menos dinero, haya más desempleo y más recesión. Es decir, es probable que los precios de las acciones sigan cayendo, pero la subida de tasas no es lo único que está haciendo que las acciones bajen, sino que también hay un problema de deuda, ya que durante los últimos años las empresas tomaron muchos préstamos, y ahora es difícil saber si podrán devolverlos.

De hecho, desde la crisis del 2008 a hoy, el total de deuda de las empresas de Estados Unidos se ha duplicado. Pero, ¿por qué tomaron tanta deuda las empresas? Pues eso es porque además de imprimir mucho dinero durante los últimos años, la Reserva Federal también ha mantenido la tasa de los bonos del Tesoro de Estados Unidos muy baja, sobre todo entre los años 2009 y 2017. Y luego, en 2020 y 2021, las volvió a bajar para que la gente pudiese pedir dinero a los bancos fácilmente. Esa tasa sirve como referencia para los bancos, por lo que las tasas de interés para préstamos bancarios también fueron bajas, lo que hizo que sea muy barato para las empresas tomar préstamos.

Entonces, como era tan barato tomar créditos, las empresas se han endeudado mucho en los últimos años. Y lo grave de esta situación es que si las empresas empiezan a vender menos por la recesión, puede que no sean capaces de devolver el dinero prestado y terminen quebrando, despidiendo a más personas y generando una crisis aún peor. ¿Por qué? Bueno, hoy las empresas se enfrentan a dos problemas al mismo tiempo. El primero es que están aumentando sus costes por la inflación. Y el segundo es que están bajando sus ventas porque las personas consumen menos.

Cuando a una empresa le aumentan sus costes, lo normal sería aumentar el precio para compensar ese aumento y así seguir ganando la misma cantidad de dinero. Pero cuando hay recesión, la gente tiene cada vez menos dinero y eso hace que las personas puedan comprar menos cosas. Es decir, si las empresas intentan aumentar sus precios, venderán menos cantidad de productos y ganarán menos dinero. Pero si no los aumentan, también ganarán menos dinero porque sus costes aumentaron y su precio no. Eso significa que hoy muchas empresas están empezando a tener menos ganancias por no poder subir los precios cuando sus costes aumentaron.

Y ya son varios los expertos que creen que las ganancias para 2023 podrían tener un descenso aún mayor. La caída en las ganancias sería una razón más, además del aumento de tasas de la Reserva Federal, la recesión y la crisis de deuda, para que las acciones sigan cayendo en 2023. Es decir, ningún inversor querrá invertir en empresas que cada vez ganan menos dinero o tengan problemas de deuda, en un contexto de crisis mundial. Hemos visto esto antes, ya que esta no es la primera vez que la Reserva Federal saca dinero del mercado para bajar la inflación. Para aquellos que vivieron la crisis del año 2000, fueron tres años seguidos de puras caídas en los precios de las acciones antes de que los mercados se empezaran a recuperar.

Y la razón de esos tres años de caídas fue justamente el hecho de que a la Reserva Federal le tomó tres años bajar la inflación desde casi un 4% a un 1%. Y ahora tenemos a la Reserva Federal tratando de bajar la inflación desde un 8% hasta un 2%, y diciendo que le podría tomar hasta el 2025, por lo que es probable que veamos los precios de las acciones comportarse igual que en el año 2000. Hasta aquí hemos visto cómo la inflación y las decisiones que toma la Fed para corregirla están haciendo que los mercados caigan. E incluso vimos que estas caídas pueden durar varios años.

Pero a lo largo de este vídeo nombramos un factor importante que es el precio del petróleo y del gas. Y para ver cómo podría evolucionar eso, tenemos que hablar de la guerra entre Rusia y Ucrania. Sin duda una guerra nunca puede ser buena. Aunque la guerra se pelee en Ucrania, muchas personas en Rusia están sufriendo e intentan escapar de su propio país por miedo a ser llamados a pelear en la guerra. Y en Ucrania no paran de llegar imágenes de personas que son asesinadas y obligadas a dejar sus hogares, dejando pueblos fantasma y escenas de bombardeos por todos los lados.

Pero más allá del impacto en las personas, esta guerra está impactando en los mercados, como dijimos. Para empezar Biden involucró a los Estados Unidos y a Europa en una guerra de poder con Rusia, metiéndose en el conflicto con Ucrania. Y ahora el mundo sufre las consecuencias con los precios del gas y el petróleo, como vimos. Entonces, ahora, para intentar revertir esas consecuencias, Estados Unidos está presionando a Ucrania para que negocie con Rusia la finalización del conflicto y así evitar que los efectos de los aumentos del gas y del petróleo impacten en la inflación y en el bolsillo de las personas.

Es decir, Europa y Estados Unidos tienen miedo de que si la guerra continúa, el efecto del aumento del precio del gas y del petróleo genere un aumento de la inflación aún más grande, lo que haría que la crisis económica mundial continúe por muchos años más y con ella la caída de los precios de las acciones. Y el problema con esta negociación es que probablemente el que salga ganándose a Rusia.

Más allá de los conflictos bélicos, Rusia está ganando una batalla muy importante que es la de su moneda, el rublo. Que es una de las pocas monedas del mundo que le está ganando al dólar. Este gráfico nos muestra en naranja el valor del rublo y en azul el índice de XI, que es un indicador que nos dice cómo de fuerte está el dólar. Y más allá del comienzo de la guerra, cuando se desplomó, el rublo viene teniendo aún más fuerza que el dólar a lo largo de 2022.

Pero ¿por qué el rublo pasó de hundirse al comienzo de la guerra a ser más fuerte que el dólar? Al comienzo de la guerra, Rusia recibió una serie de sanciones por parte de Estados Unidos y el resto de los países de Europa que afectaron mucho el valor del rublo. La primera fue que se congelaron 300.000 millones de dólares de las reservas de Rusia, que son los dólares que un país tiene para sostener el valor de su moneda. Es decir, cuantos más dólares tiene un país en las reservas, más vale su moneda.

Entonces, como Rusia de golpe no pudo disponer de esos dólares para respaldar el rublo, eso hizo que su moneda perdiera valor. Y la segunda sanción fue que la Unión Europea excluyó del sistema SWIFT a los siete principales bancos rusos. El sistema SWIFT es el que se usa para hacer transferencias entre países. Por ejemplo, si yo vendo mis productos a otro país, el cobro en dólares de lo que vendí tengo que hacerlo a través del sistema SWIFT. Y el problema es que si no puedo acceder al SWIFT, no puedo importar ni exportar, y eso bloquea un potencial ingreso de dólares por exportaciones.

Al ingresar menos dólares a Rusia, el rublo tiene aún menos respaldo, y esto contribuyó para que el rublo cayera. ¿Qué hizo Rusia para revertir esta situación y transformar su moneda en una de las más fuertes del mundo? Bueno, básicamente exigió a otros países que paguen su gas y petróleo en rublos. Es decir, si quieres comprar petróleo o gas a Rusia, tienes que tener rublos para hacerlo. Y para tener rublos, debes comprarlos. Por lo que muchos países están comprando rublos para poder tener petróleo, y eso levantó su valor como vimos en el gráfico anterior. De esa forma, Rusia logró que su economía prosperase pese a todas las sanciones. Y ahora que viene el invierno, los principales países de Europa y Estados Unidos están presionando a Ucrania para negociar un fin de la guerra con Rusia.

Aún sabiendo que ese acuerdo probablemente dé como ganador de la guerra a Rusia. Y esto sería un precedente peligroso, porque le darían a Rusia un gran poder sobre el mundo sabiendo que puede invadir cualquier país que quiera sin preocuparse de las sanciones que podría tener. Definitivamente son momentos muy difíciles para los mercados de acciones en el mundo, y el futuro tampoco es prometedor.

Todo indica que la crisis seguirá profundizándose y los inversores seguirán vendiendo sus acciones, haciendo que los mercados caigan. Pero como dicen los japoneses, crisis significa peligro pero también oportunidad. Y como te explicamos en este vídeo, gracias a estas caídas, podemos estar ante una de las mejores oportunidades de inversión de nuestras vidas.