MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
El presidente de la patronal Cepyme, Gerardo Cuerva, avisó este martes de que denunciará «cualquier intento de intervencionismo» por parte de los gobernantes, mientras que el líder de la CEOE, Antonio Garamendi, criticó que se esté poniendo en «solfa» la propiedad privada.
Garamendi y Cuerva se expresaron de este modo durante la clausura de una jornada en la que se celebró el 45 aniversario de Cepyme, en la que hicieron un balance positivo de la trayectoria de esta patronal de las pequeñas y medianas empresas.
En este sentido, Garamendi subrayó que «la paz social es la mayor infraestructura que tiene un país» y agradeció también la labor de los sindicatos porque «con tiras y aflojas, las cosas van saliendo». Además, elogió el trabajo realizado por los once presidentes de Cepyme y advirtió de que van a seguir «defendiendo esa palabra, ‘empresa’, ‘empresarios’, que es fundamental».
«Es triste cuando se está poniendo en duda esta forma de actuar ante la vida. Me parece muy acertada la jornada en el sentido de poner en valor esa dignidad de las empresas», añadió el presidente de la CEOE, que censuró que se intente dañar la reputación de algunos grandes empresarios, porque todo gran proyecto empezó por uno pequeño.
«Si nos empezamos a equivocar de que lo bueno es lo pequeño y lo malo es lo grande nos equivocamos todos», remarcó Garamendi, que sostuvo que en la CEOE seguirán impulsando principios como la «unidad de España», la «libertad de empresa» y el «reconocimiento de la propiedad privada». También destacó la importancia de trabajar con «lealtad institucional» y alabó el trabajo que desarrolla el rey Felipe VI en favor del progreso de España.
Asimismo, explicó que defienden tres conceptos, que son «seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad de la norma, que es lo que por otro lado da confianza a las empresas», ya sean grandes o pequeñas.
Por su parte, Gerardo Cuerva fijó entre los principios que seguirán centrando la hoja de ruta de Cepyme «servir a empresas y a España, dialogar lealmente» y esforzarse para «superar esa lastrada» competitividad empresarial.
En este punto, apostó por seguir luchando por un país que siga «creando empresas», reclamando «libertad y respeto» y denunciando «cualquier intento de intervencionismo», porque «lastra el crecimiento económico» y, por tanto, «el Estado del bienestar».
De hecho, indicó que los servicios públicos se sostienen con los recursos que genera la actividad privada. «Si no defendemos nosotros a la empresa y a la libertad, ¿Quién lo va a hacer?», resolvió Cuerva.
