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El sector químico español facturó en 2022 un récord de 90.000 millones de euros, un 16,3% más

– La producción aumentó un 1%

– La patronal pide mejores precios energéticos

MADRID, 29 (SERVIMEDIA)

La industria química facturó en España en 2022 un total de 89.866 millones de euros, una cifra récord que supone un 16,3% más que el año anterior, según datos presentados este miércoles por la patronal del sector, Feique.

Las empresas químicas elevaron su cifra de negocios por el efecto de los precios de venta, que crecieron un 18,6% de media como consecuencia del alza en los costes energéticos.

Pese a los mayores ingresos, el sector finalizó el año con un crecimiento de su producción de apenas un punto (+0,9%), tras un desplome iniciado en el segundo semestre, debido, fundamentalmente, al impacto permanente de los altos costes energéticos y la invasión de Ucrania, según explicó la presidenta de Feique, Teresa Rasero.

En los mercados exteriores, la cifra de negocios creció un 29,2%, hasta los 63.626 millones. El sector continúa siendo el principal exportador de la economía española, acumulando el 19,5% del total de las exportaciones industriales.

El empleo directo del sector químico creció un 12,1%, hasta los 234.200 asalariados directos. Dos tercios de estos nuevos 25.000 empleos se produjeron en el área farma y el tercio restante en química. No obstante, es destacable el retroceso del tercer y cuarto trimestre, respecto a las cifras registradas en los dos primeros, en sintonía con la caída de la producción a partir de junio.

En total, contabilizando el empleo indirecto e inducido, la química generó casi 800.000 puestos de trabajo en 2022, es decir, el 4,6% de la población activa ocupada de España, teniendo en cuenta que esta industria genera 2,4 empleos indirectos e inducidos por cada empleo directo. Estas cifras demuestran la relevancia y fuerte impacto económico y social de su actividad.

PRECIO ELÉCTRICO

Rasero señaló que el subsector de la química básica es en donde reside la gran preocupación de la industria ahora mismo, toda vez que es la que concentra mayores necesidades energéticas y, por lo tanto, la más afectada por los altos precios.

Si bien mantuvo hasta marzo de 2022 un crecimiento productivo positivo, sosteniendo la actividad de manera relativamente sólida hasta mediados de año, a partir del segundo semestre empezó a experimentar reducciones de carga en las plantas y paradas intermitentes en múltiples instalaciones. Esto se debe a no poder trasladar al mercado -con una demanda cada vez más débil- el incremento de los precios energéticos, y particularmente del gas, explican desde Feique.

Para el sector químico, el modelo de mercado eléctrico debe conjugar cuatro objetivos: garantía de suministro, descarbonización, rentabilidad razonable para impulsar inversiones en generación limpia, y precios competitivos y predecibles a largo plazo para el consumidor. «A este cuarto factor, ni antes, ni ahora en la propuesta de reforma eléctrica que está proponiendo la Comisión Europea, se da una respuesta adecuada. La eterna promesa de que un sistema eléctrico con mayor generación renovable propiciaría mejores precios -por su bajos costes variables- nunca será real mientras mantengamos el modelo actual», dijo Rasero.

«En nuestra opinión, probablemente compartida por otros sectores industriales, la propuesta de reforma del mercado eléctrico no puede sostenerse únicamente en la aplicación de contratos por diferencia para los nuevos entrantes o el impulso de mercados por capacidad», afirmó la presidenta de Feique.