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Gestha ve «inviable» comprobar los pagos de los impuestos a energéticas, banca y fortunas sin ampliar la plantilla de inspectores de Hacienda

MADRID, 05 (SERVIMEDIA)

El sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) advirtió este lunes de que con la plantilla actual de inspectores de Hacienda –2.150 funcionarios– es «inviable materialmente» reducir las tasas de economía sumergida a la mitad como pretende la estrategia ‘España 2050’, o comprobar el cumplimiento de los nuevos impuestos extraordinarios a energéticas, banca y grandes fortunas, con los que el Gobierno estima ingresar 5.000 millones.

Así lo afirmó en un comunicado, en el que la organización sindical reclamó la promoción interna de su colectivo para ocupar las plazas necesarias para cumplir con estos cometidos y ahondó en la brecha con los inspectores de Hacienda, a los que acusó de intentar «infravalorar» su trabajo y usurparles la autoría de sus investigaciones fiscales.

«A juicio de Gestha, se está intentando infravalorar [el trabajo de los técnicos] desde el cuerpo de inspectores, que ocupan más de la mitad (50,8%) de los puestos de confianza y de dirección de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) y se reservan la firma electrónica de las propuestas que realizan los técnicos, usurpándoles su autoría», señala el escrito.

En este contexto, desde el sindicato evidenciaron su malestar con «el rechazo frontal de los inspectores a la promoción interna», sobre todo ante la previsible oleada de jubilaciones que habrá en su plantilla, y subrayaron que el trabajo de inspección «no sería posible» si no fuera por la labor que realizan los 7.182 técnicos de Hacienda.

Por ello, reclamaron duplicar los efectivos del grupo A «para equipararse a las plantillas promedio de las administraciones tributarias de la Unión Europea» y avisaron de que las posibles pérdidas de recaudación derivadas de esta infradimensión de los efectivos podrían «mermar los servicios públicos para los ciudadanos».

«Urge a impulsar medidas para evitarlo en un contexto caracterizado por la incertidumbre económica y social derivada tanto aún de la pandemia como de la guerra en Ucrania», añade el escrito.