Iberia Express indicó este martes que continúa «apelando» a la responsabilidad de los miembros de USO para que abandonen «la vía del conflicto y la confrontación social», una postura que «ha sido una constante en la estrategia del sindicato».
Según el comunicado, la compañía sigue dispuesta «a continuar en la mesa de negociación», de la que «nunca» se ha levantado.
La petición de Iberia Express llega dos días después de que sus tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) comenzaran, este pasado domingo, unos paros que están convocados hasta el 6 de septiembre.
Según USO, la aerolínea canceló 92 vuelos antes del comienzo de la huelga, por el impacto de los paros.
La aerolínea aseguró que su compromiso durante todos estos años ha sido «firme», tal es así que cabe aclarar que el convenio vigente «contempla subidas salariales vinculadas a la antigüedad que se producen cada dos o tres años, en base a un sistema de niveles». En la práctica, para aquellos tripulantes que estaban en la compañía a la firma del convenio en julio de 2015, «el incremento salarial medio ha sido del 28%, una cifra que supera la subida del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en este mismo periodo».
En este sentido, el II Convenio Colectivo está llamado a ser una «oportunidad para mejorar las condiciones» de los tripulantes de cabina de Iberia Express, y «muestra de la voluntad» de la compañía es el acuerdo alcanzado con CCOO. Entre las medidas acordadas con el sindicato figuran un pago extraordinario realizado en la nómina del mes de agosto y nuevos niveles laborales más altos entre los sobrecargos y TCP, entre otras medidas.
Iberia Express subrayó que, tan pronto como la huelga se desconvoque, está dispuesta a considerar «cualquier propuesta de USO, así como del resto de componentes de la mesa, en el marco de la negociación, abordando las propuestas en su conjunto, siempre que sean razonables y no pongan en riesgo la viabilidad de la compañía».
