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Las empresas familiares piden revisar los salarios y reducir los impuestos al trabajo para «mantener» su competitividad

– Andrés Sendagorta considera «vital» reforzar «el sentido de la institucionalidad» y pide «evitar la polarización»

MADRID, 23 (SERVIMEDIA)

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Andrés Sendagorta, reclamó este lunes replantear la fiscalidad sobre el empleo para «incentivar» la oferta laboral y revisar los salarios «sin más límite que mantener el listón de la competitividad».

Este fue el mensaje principal que trasladó en la inauguración del XXVI Congreso de la Empresa Familiar que se celebra los días 23 y 24 de agosto en Bilbao, y que por quinto año consecutivo no contará con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. No obstante, Sendagorta reprodujo también un mensaje político y aseguró que es «vital» que los representantes públicos apuestan por «recuperar y reforzar el sentido de la institucionalidad», dejando a un lado la polarización.

En clave laboral, el presidente del IEF marcó cuatro «desafíos» para las empresas familiares en la actual coyuntura: las personas, la formación, la conciliación del trabajo con la vida familiar y la comunicación. Pero su principal conclusión fue que «el principal desequilibrio de la economía española es el desempleo».

«Ahí», señaló, «está la principal causa de las desigualdades sociales, el auténtico freno al ascensor social, a la esperanza de un futuro mejor». Y, aunque reconociera que las subvenciones «pueden ser un remedio temporal» para «salvar una situación puntual de necesidad», subrayó que solo el trabajo desarrollado por personas con la formación necesaria «representa una verdadera solución sostenible»

«Necesitamos incorporar a más ciudadanos a la vida laboral activa, integrarlos en el ciclo virtuoso del empleo de calidad. Del empleo productivo privado, que es el que genera más riqueza para distribuir y cubrir las necesidades públicas, y no del que sólo sirve para maquillar las estadísticas. Para ello, es preciso incentivar el empleo, y gravarlo no parece la mejor manera de conseguirlo», declaró Sendagorta.

En este contexto, el presidente del IEF pidió revisar la fiscalidad y los salarios para incentivar el empleo y también para «mantener el listón de la competitividad».

«Revisemos la fiscalidad para conseguir, entre todos, que el salario neto que llega al bolsillo de los trabajadores esté lo más cerca posible del coste bruto que asumen las empresas. Y revisemos también los salarios, sin más límite que mantener el listón de la competitividad, esencial para la continuidad de nuestras empresas», añadió Sendagorta, quien avanzó que no faltará «voluntad de diálogo» por parte de las empresas familiares.

REFORMAS EN EDUCACIÓN

Sendagorta hizo también alusión a la «acusada dificultad para disponer de perfiles profesionales adecuados». Lamentó que «faltan ingenieros e informáticos» y «también personas que trabajen en el mundo de la hostelería o el mundo industrial».

En este sentido, señaló que su obligación es «seguir insistiendo, pública y privadamente», de la necesidad «acuciante» de mejorar «drásticamente» el sistemaeducativo, porque «se destina más tiempo en nuestro debate público a subrayar rasgos ideológicos que a apuntalar los objetivos reales que deberían perseguir» los programas educativos.

Por ello, reclamó «una apuesta educativa transversal y a largo plazo que sepa dar respuestas a los desafíos actuales». «Porque el futuro empezó no ya hoy, sino ayer, y no hay tiempo que perder», apostilló Sendagorta, quien señaló que no se refiere solo a la formación orientada a cubrir las necesidades reales que demandan las empresas, «sino a algo más profundo,a una educación en valores».

«CONTRARRESTAR» LA COMUNICACIÓN NEGATIVA

No obstante, admitió que las empresas familiares tienen también que «construir entornos de trabajo que permitan que las personas disfruten de sus vidas personales e integren sus vidas profesionales en sus vidas familiares». «Sería absolutamente incoherente que una empresa familiar no cuidase de una forma especial la posibilidad de conciliar la vida familiar y profesional. También en esto debemos encontrar un arma competitiva para atraer y fidelizar talento», señaló.

Asimismo, pidió a las compañías familiares a salir de su «zona de confort» y utilizar los medios modernos de comunicación para «explicar alto y claro» a la sociedad cuáles son sus propósitos. «Debemos ser mucho más activos en comunicar lo que de verdad somos, para contrarrestar el empeño de otros en transmitir lo que no somos», señaló Sendagorta en alusión a los ataques que el tejido empresarial ha recibido en los últimos meses.

RECUPERAR LA «INSTITUCIONALIDAD»

Por último, el presidente del Instituto de Empresa Familiar quiso mandar un mensaje en clave política en el contexto actual. Instó a los principales líderes públicos a rechazar la polarización y apostar por «la moderación y el diálogo» para «construir un marco de relaciones estables que proyecten» a España y sus empresas «hacia un futuro a largo plazo».

«Es vital recuperary reforzar el sentido de la institucionalidad. Es tarea de todos hacer más fuertestodas las instituciones que nos representan y nos vertebran como sociedad. El marco constitucional, que nos ha dado decenios de estabilidad y prosperidad, es el que define la actuación del Instituto de la Empresa Familiar. Dentro de ese marco, queremos colaborar con todos, sin excepción, y ponernosal servicio de la prosperidad común», concluyó Sendagorta.

ALABANZAS DEL GOBIERNO

Por su parte, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, destacó la contribución «absolutamente decisiva» de la empresa española a la «resiliencia de la economía española en los últimos años». Destacó que la creación de 900.000 empleos netos en sectores de «gran innovación». «Son más de 1.000 empleos creados al día. Es un resultado verdaderamente notable», apuntó.

Además, indicó que esta tendencia se ha logrado a través de la exportación que es «donde realmente hay que competir con innovación», consiguiendo superar el nivel de exportaciones respecto al PIB de países como Francia o Italia. «Además lo han hecho ustedes al mismo tiempo que han ido reduciendo el endeudamiento de sus empresas», dijo Escrivá, que destacó el «esfuerzo inversor que supone esta transformación». «Es verdaderamente encomiable», apuntilló.

Por último, destacó que el foco «creciente» de las empresas en la responsabilidad social y destacó la respuesta «siempre extraordinaria, rápida y directa» de estas cuando el ministerio ha solicitado ayuda.

CRÍTICAS DE URKULLU A SÁNCHEZ

Por otro lado, el lehendakari, Íñigo Urkullu, criticó en su discurso que el Gobierno sólo ha distribuido el 26% del dinero disponible en subvenciones como parte de los Pertes y recordó que el plazo para utilizar los recursos expira en 2026.

Por ello, planteó «activar, de una vez por todas, a los Gobiernos regionales como actores protagonistas para canalizar y distribuir los fondos europeos» y, por tanto, dar forma a los Perte regionales, para que el dinero se emplee se emplee «con éxito» en proyectos estratégicos alineados con Europa y porque, «de lo contrario, se corre el riesgo de dejar pasar esta oportunidad de futuro».

Asimismo, Urkullu reconoció el «empeño» de las empresas familiares «por encima incluso del resultado obtenido» y reclamó que el País Vasco «necesita personas que den ese paso adelante, que emprendan, inviertan y arriesguen» porque «ningún País puede progresar sin esa aportación, sin ese impulso y determinación». El lehendakari ofreció el respaldo de las instituciones vascas, una «mano tendida en los comienzos y un apoyo indispensable en los momentos más complicados».