Cuando comenzó a circular la moneda única en el espacio europeo, lo cierto es que sorprendió la decisión de incluir entre los billetes uno de 500 euros por el valor que suponía.
Para los españoles, llevar en un papel el equivalente a 83.183 pesetas era algo impensable. Sin embargo, durante años estuvieron en circulación – aunque muchos ni siquiera los han llegado a ver – y no fue hasta casi 16 años después cuando el Banco Central Europeo anunció que se paraba su producción en el corto plazo y ya en 2019 dejaron de emitirse por la vinculación con negocios poco transparentes.
Según las cifras que maneja el propio Banco de España, actualmente hay en circulación billetes de 500 euros hasta sumar 8450 millones de euros, un importe que supone menos de la mitad de lo que había en abril de 2020, lo que demuestra la creciente desaparición del billete morado.
¿Significa eso que dejarán de ser de curso legal? No, significa que según van llegando a los bancos, éstos los van retirando de la circulación pero, quien disponga de ejemplares, podrá usarlos con normalidad con el valor que llevan nombrado. Seguirán siendo válidos para cualquier pago, siguiendo las recomendaciones y legislaciones de la eurozona. ¿Por qué decimos esto? Porque por ejemplo, en España, hay muchos establecimientos que no permiten el pago con este billete por falta de cambio o bien porque, según la nueva ley que entró recientemente en vigor, no se van a permitir pagos en efectivo superiores a los 1000 euros.
Lo que está claro es que billetes de 500 euros e, incluso, los de 200, están en vías de extinción. Son pocos quienes llevan encima éstos por el riesgo de perder, en un solo momento un valor económico considerable.
¿Cuál es el valor del billete más usado en la Unión Europea?
Según datos probados, el billete que más número de emisiones lleva y que es más usado en la eurozona es el de 50 euros, del que hay aproximadamente 8500 millones de ejemplares, lo que representa, aproximadamente, el 45% de los billetes en circulación.
A él le siguen, por orden, los de 20 euros, 100 euros y diez euros.
En definitiva, cantidades que son capaces de hacer frente, de un pago, a comidas, compras y demás transacciones habituales, respaldadas, en muchos casos, por el perfil más turístico.
