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La cuesta de enero, uno de los grandes retos de la economía familiar

 Hispamer NoticiasDespués del furor de diciembre, llega la temida cuesta de enero. En unas Navidades en la que el gasto medio se ha situado rondando los 633 euros, una cifra que supone un verdadero esfuerzo para muchos que verán cómo enero y su famosa cuesta es mucho más empinada de lo que parecía.

Cenas, regalos, fiestas y algún que otro capricho al final pasan factura en uno de los meses más complicados ya que, en muchos casos, es también cuando entran en vigor otro tipo de contratos como el de los seguros o incluso llega la factura de la calefacción.

Aunque muchos ya empiezan a ahorrar durante el resto del año para hacer frente a los gastos extra de las Navidades, aún son muchos los que siguen necesitando una ayuda para sobrellevar el pago de las facturas. Buena cuenta de ello la dan las cifras en peticiones de créditos rápidos, una alternativa a la que cada vez se suman más consumidores para afrontar situaciones como la de este mes.

Qué es un crédito rápido

Esta tipología de crédito nada tiene que ver con el crédito bancario. Aunque detrás de él hay una entidad financiera o de préstamo, suelen ser créditos mucho más bajos que los que se piden al banco, cuya media se sitúa en los 3000 euros.

Además, se piden menos requisitos para que sean concedidos, consiguiéndose en muchos casos en la misma llamada telefónica.

Muchas veces la petición de papeles como nóminas o incluso avales puede complicar la consecución de un mal mes. Sin embargo, aunque los intereses también son distintos a los de los bancos, este tipo de producto ayudan a una persona que solo necesite ayuda en un momento puntual pero cuya solvencia suele ser durante el resto del año incuestionable.

Encontrar en una misma página una comparativa en la que se puede calcular el tipo de transacción que se necesita así como sus requisitos es vital para saber con qué entidad o empresa contraer la deuda para luego ser capaz de amortizarla sin sustos ni sorpresas.

Situaciones en las que se pueden solicitar estos créditos

Como venimos diciendo, son créditos que hay que pagar en plazos cortos, luego es imprescindible usarlos solo en caso de necesidad y sabiendo que cada amortización se podrá realizar sin problemas.

Suelen pedirse en momentos como enero o incluso para ser capaces de pagar algunos trámites legales o judiciales para conseguir, a posteriori, otro beneficio.

Sin duda, no es un crédito al uso sino un tipo de parche momentáneo al que hay que recurrir, con seguridad, cuando de verdad se necesite con premura esa cifra.

Bodas, bautizos, comuniones, escrituraciones o incluso caprichos son las principales causas que lanzan al usuario a hacerse con este tipo de promociones. De hecho, uno de sus atractivos, más allá de la velocidad para ver el dinero en cuenta, es precisamente las condiciones que ofrecen para nuevos clientes, a los que apenas se les pide documentación si se compara con otros procesos parecidos.

Eso sí, no podemos acabar sin avisarlo: los cobros llegan y hay que ser puntuales para evitar complicaciones.