En el mundo del marketing hay muchas formas de entender las acciones y campañas. Pero si hay algo que está claro es que, por mucho que el mundo se digitalice, sigue habiendo espacio – y mucho – para las campañas exteriores.
Bien lo saben y conocen gracias a su experiencia en el equipo de Eccodiez, especializados en publicidad exterior defendiendo su utilidad basándose en puntos:
- Visibilidad: no solo ofrece visibilidad a los viandantes que pasan por ella sino que permite que, gente que pasa en un momento dado pueda descubrir el producto o mensaje.
- Diferenciación: mientras que muchas empresas han volcado todo su esfuerzo en la comunicación y marketing online, el seguir en formatos más clásicos sigue teniendo efectividad según los últimos datos de conversión.
- Publicidad en espacios de tráfico intenso: la publicidad en el metro sigue siendo no solo viral si se enfoca bien sino que incluso puede mejorar los datos de la campaña online y hacer conversiones mucho más rápidas y efectivas sin necesidad de segmentación de público. Algunos de los anuncios y campañas que se hacen en las vías del metro acaban convirtiéndose en un reclamo en redes sociales. Basta echarle, como explican desde Eccodiez, imaginación, creatividad y calidad.
- Atractivo visual: no solo se habla de carteles en carretera sino en luminosos y fachadas. Esto se ha convertido en el gran reclamo para muchas zonas urbanas y sigue siendo un camino por recorrer para campañas de impacto.
La última viral del metro ha sido apenas hace un día, cuando una bandada de murciélagos se coló en el metro de Madrid en plena promoción de Morbius. Obviamente todo controlado y sin que hubiera peligro, pero fue la apuesta offline de Sony y es solo un ejemplo de lo que aún se puede hacer sin necesidad de la versión online.
Sin necesidad de campañas de impacto como estas de Sony, realmente la mediana empresa puede conseguir una gestión del espacio publicitario que mejore sus resultados y ventas poniéndose en manos de profesionales que sean capaces de sacar partido al mensaje, producto y, sobre todo, al público que pasará por delante de dicho cartel.
¿Quién no recuerda los últimos polémicos en las estaciones principales? Sin duda, queda mucho aún por decir en la publicidad offline.