Logística y transporte van bastante más de la mano de lo que a priori pudiera parecer. La revolución de las ventas pero también la necesidad de almacenamiento han hecho que los acuerdos en ambos campos estén más que en continua gestión.
El transporte terrestre lleva muchos años incrementando su actividad gracias a la movilidad geográfica y a la revolución en la forma en la que los camiones han ido desarrollando su propia estructura. A principios de año, cuando se conocían las cifras de negocio del año anterior, se pudo constatar la buena salud de este tipo de servicio, incrementando incluso alrededor del 5% en meses puntuales.
Aunque a nivel internacional es más habitual planear el envío de las mercancías a través del transporte aéreo, lo cierto es que la libre circulación entre países europeos y en en Norte de América ha hecho que siga siendo una opción a tener en cuenta.
Y si de transporte aéreo se habla, habría que tener en cuenta también no solo el transporte de mercancías sino también de personas, porque van completamente vinculados.
Las bodegas de muchas aerolíneas sirven de container para muchas marcas que aprovechan sus rutas para mover sus mercancías. De ahí que el incremento de pasajeros también suponga, de forma colateral, el incremento de mercancías que llegan a cada uno de los aeropuertos del mundo.
Las posibilidades actuales que ofrecen los acuerdos de comercio así como el propio ecommerce ha puesto de nuevo en el ojo del huracán la producción procedente de Asia, quien parece que se acabará convirtiendo gracias a la exportación en uno de los gigantes y avanzados mercados, también en lo que a transporte aéreo y operaciones se refiere.
Quizá el transporte podría ser de nuevo el referente para conocer el estado económico del planeta. Mientras que América sigue acumulando millones de operaciones, los mercados asiáticos emergentes han llegado a hacer encargos para incrementar su flota de aviones como nunca antes. De hecho, se prevee que no solo las operaciones con pasajeros sino también las de mercancía, a las que se unirían las cifras recogidas de operaciones marítimas, batirán nuevamente récords este semestre.
Mientras que fábricas como la de Boeing van recibiendo pedidos de tres cifras en Europa, lo cierto es que a nivel cliente asiático, comienzan a rozar las cuatro cifras por la expansión de sus propias aerolíneas y también de las empresas.
Ahora, a la luz de estas reflexiones, habrá que valorar también la necesidad de mejora tanto en aeropuertos como en centros logísticos que sean capaces de poder atender una demanda cada vez más creciente. Porque de nada sirve incrementar el comercio y las operaciones si luego, a la recepción, no existe una infraestructura que dé cabida a los cambios que han llegado con la globalización a través de puertos, hangares e incluso almacenes.
Como se enunciaba, logística y transporte viven momentos de gran bonanza. Habrá que ver si el mercado está preparado para acometer los cambios necesarios para dar respuesta a una demanda internacional y también nacional cada vez más creciente.
