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¿Por qué es necesario saber algo de contabilidad?

En el día a día, cualquier persona necesita echar cuentas. Ya sea para saber lo que supone la compra que quiere hacer, para calcular los recibos que están por pagar, conocer cuáles van a ser los ingresos o incluso la financiación que va a necesitar para según qué concepto.

Pero, en el caso de las pymes, la contabilidad es imprescindible y, conocer a fondo qué se necesita para llevarla bien, clave para la viabilidad de los proyectos.

«Conocer los activos, los pasivos, cómo hacer un gasto anticipado o las nóminas son solo algunos de los temas de los que hablamos en la web Comosecontabiliza.com y que sirve a muchos como referente para poder conocer algo mejor cuáles son los principales asientos que hay que contemplar para conocer el estado financiero de cualquier pyme» explica Eva Zamora, quien está al frente de la web y de las entradas que se publican en su blog para arrojar luz a los más curiosos.

España y la contabilidad de las pymes

Pese a que cada país tiene su aquel en lo que a contabilidad y normativa se refiere, para comenzar, en España existen una serie de normativas que rigen cómo debe hacerse para no tener problemas fiscales a posteriori.

En realidad, llevar de forma correcta la contabilidad de cualquier empresa es clave para que ésta sea viable, para que sus asientos reflejen la realidad económica y para tomar decisiones.

«No solo se trata de llevar a rajatabla las exigencias de IRPF o de la Agencia Tributaria sino también de las obligaciones de las empresas con proveedores, trabajadores y con el resto de agentes implicados, así como los derechos de ingreso por prestaciones realizadas» explican algunos economistas.

Según explican, también, se pueden contar en cuatro los grupos principales de cualquier contabilidad: en primer lugar, aparecerían datos de la financiación básica, seguidos, en segundo lugar, por el capital inmobilizado y en tercer lugar por las existencias, que darían paso, finalmente, al cuarto grupo compuesto por acreedores y deudores.

Esto, que simplifica al máximo cualquier actividad contable, sirve de base para comenzar, aunque lo recomendable siempre es dejarse aconsejar por asesorías capaces de adaptarse a todos los requisitos que, posteriormente, serán valorados por inspectores para garantizar que todo está conforme a la legislación vigente.