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Impulsar los incentivos a la innovación, clave para luchar contra la resistencia a los antibióticos

MADRID, 05 (SERVIMEDIA)

Impulsar los incentivos a la innovación es clave para luchar contra la resistencia a los antibióticos, un grave problema que provocará en el mundo más muertes relacionadas con superbacterias resistentes que por cáncer, según se puso de manifiesto en un taller de trabajo organizado en Madrid por Farmaindustria.

Este taller contó con la participación de representantes de la Comisión Europea, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (Aemps), compañías farmacéuticas investigadoras en este campo, pacientes y expertos en salud y economía para avanzar en un trabajo común que haga frente de manera efectiva a esta pandemia silenciosa.

De hecho, la resistencia a los antibióticos (RAM) ha sido declarada por la Organización Mundial de la Salud como una de las diez principales amenazas mundiales para la salud pública a las que se enfrenta la humanidad. Cerca de 1,3 millones de personas mueren al año en todo el mundo por infecciones causadas por bacterias resistentes a los antibióticos, lo que supone 45 muertes cada 5 minutos.

Si no se encuentran nuevos medicamentos efectivos, el Banco Mundial estima que esta cifra alcance los 10 millones de muertes anuales en el año 2050, lo que supone que en el mundo habrá más muertes relacionadas con superbacterias resistentes que por cáncer.

Sin embargo, los expertos señalaron que el descubrimiento de nuevos antibióticos no sigue el ritmo de la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos, por lo que existe una necesidad urgente de descubrir y llevar antibióticos innovadores a los pacientes.

NUEVOS ANTIMICROBIANOS

En este sentido, el director general de Farmaindustria, Juan Yermo, resaltó en la apertura de la jornada que son muy pocos los medicamentos de este tipo que están en investigación y se da la circunstancia de que, a pesar de los enormes costes sociales que implican las resistencias a los antimicrobianos, los nuevos antibióticos no resultan comercialmente viables dado su uso moderado para preservar su efectividad.

«El reto fundamental consiste, pues, en superar la paradoja de que, por razones sanitarias, cada nuevo antibiótico va a ser escasamente utilizado, y por eso se deben buscar nuevas fórmulas que generen incentivos financieros sostenibles para los laboratorios que están trabajando en la investigación y el desarrollo de estos medicamentos», añadió.

En este sentido, en la jornada se puso de manifiesto que las instituciones europeas y la industria farmacéutica innovadora están trabajando para encontrar una solución permanente que dé respuesta a esta paradoja.

BONOS DE EXCLUSIVIDAD TRANSFERIBLE

Una de estas medidas son los denominados bonos de exclusividad transferible, un tipo de incentivo recogido en la recién publicada propuesta de la Comisión Europea sobre la revisión de la legislación farmacéutica europea, y que concede a la compañía biofarmacéutica que investiga y desarrolla un nuevo antimicrobiano un bono o autorización para extender durante un año la exclusividad de comercialización de uno de sus productos en otras áreas.

«La industria farmacéutica apoya este tipo de incentivos, ya que reconocen el valor que estos productos aportan a la sociedad. No obstante, consideramos fundamental que las salvaguardas, criterios y condiciones de uso que finalmente se fijen para este incentivo se diseñen de forma adecuada y resulten un estímulo atractivo para promover la investigación y desarrollo de nuevas clases de antimicrobianos», indicó Yermo.

Igualmente, en clave nacional, dio su visión durante la jornada el coordinador del Plan Nacional frente a la Resistencia a Antibióticos de la Aemps, Antonio López Navas, que desgranó los planes de acción sobre reducción de uso de antibióticos que está llevando a cabo la Aemps desde el año 2014.