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Los costes de construcción residencial bajarán un 3% en España en 2023, según CaixaBank

– Aunque serían un 15% superiores a los de enero de 2019

MADRID, 26 (SERVIMEDIA)

El coste de construcción residencial en 2023 será un 3% inferior con respecto al 2022, pero en diciembre de 2023 sería todavía un 15% superior al de enero de 2019, según el escenario que utiliza los precios del mercado de futuros London Metal Exchange Index (LME) de CaixaBank Research.

Así se desprende del informe ‘Cambio de tendencia en el sector inmobiliario’ publicado por el centro de estudios de la entidad y recogido por Servimedia.

Teniendo en cuenta estos datos, los inversores dan por hecho que los metales caerán levemente en diciembre y se mantendrán estables durante el 2023. En consonancia con la evolución de los futuros, el modelo de CaixaBank prevé que el acero, el hormigón, la madera y el cemento también experimenten un descenso en 2023, que sería moderado en el caso de la madera (2%) y más pronunciado en el caso del acero (23%).

Así, la diferencia entre ambas bajadas se debería a que el acero «correlaciona más con el ciclo del mercado inmobiliario», que se encuentra en una fase de moderación. Además, el centro de estudios resalta que este metal repuntó mucho más por la mayor exposición al conflicto de Ucrania, ya que Rusia es uno de sus mayores exportadores, mientras que la madera, en cambio, no ha sufrido esta exposición.

En su análisis, los expertos de la entidad subrayan la «mayor volatilidad» que se ha producido en el precio de las materias primas debido a los eventos geopolíticos y económicos vividos en Ucrania y China. Por ello, advierten de que la situación económica y geopolítica es «tan incierta» que hay numerosos riesgos al alza y a la baja que podrían materializarse dependiendo de la senda de recuperación China, la evolución de su mercado inmobiliario y otros factores geopolíticos relacionados con la guerra en Ucrania.

Concretamente, el centro de estudios explica que Rusia es uno de los grandes proveedores y exportadores mundiales de materias primas, incluidos metales y otros materiales usados en la construcción. Además, la guerra de Ucrania generó «expectativas negativas» entre los inversores, que anticiparon «mayores costes energéticos y, por tanto, una caída en la oferta de metales, cuya producción es muy intensiva en el uso de energía.

No obstante, estas expectativas vivieron, explica CaixaBank Research, un «giro drástico» al no materializarse el desabastecimiento de materias primas debido al conflicto y, más tarde, debido al «deterioro de las perspectivas de crecimiento en las economías desarrolladas».

Paralelamente, subrayan otro factor importante en el reciente descenso de los precios de los metales que no es otro que la evolución de la demanda de materias primas por parte de China. En este sentido, apuntan que la potencia asiática ha introducido fuertes restricciones de movilidad por la Covid-19 a lo largo del año, las cuales «han paralizado la actividad económica, a la vez que el sector inmobiliario del país se encuentra en una situación muy delicada debido al impacto de las políticas adoptadas para frenar la burbuja inmobiliaria».

Asimismo, indican que la apreciación del dólar ha supuesto una «presión adicional a la baja» en el precio de las materias primas, ya que estas se comercian en dólares en los mercados internacionales.

OTROS ESCENARIOS

Además del primer escenario, el informe elabora dos modelos alternativos, en función de si hubiera otro shock y los precios de los materiales se mantuvieran durante 2023 en el nivel alcanzado en agosto de este año, por ejemplo, por una escalada global del conflicto en Ucrania o si, por el contrario, se produjese una caída de precios de los materiales a mediados a su nivel prepandemia a causa, pone como ejemplo el centro de estudios, de un «enfriamiento mayor de lo esperado en China o por una corrección severa en los mercados inmobiliarios».

En un escenario de precios altos, el coste de construcción se mantendría en niveles altos en 2023, con un crecimiento del 1% interanual, mientras que, en el caso de precios más bajos, se producirían variaciones interanuales negativas desde marzo de 2023 y, en el promedio del año 2023, los precios estarían un 7% por debajo del nivel de 2022.