Los abuelos son, sin lugar a duda, piezas clave en la vida de cualquier persona.
Y mientras que algunos se sorprenden al comprobar con sus propios ojos cuán distinto es el comportamiento que esos abuelos tenían con sus hijos y tienen ahora con sus nietos, otros, disfrutan al ver como sus padres y sus hijos han encajado como dos piezas de un puzle que parecía estar incompleto.
Sin embargo, comprobar como la seriedad y exigencia de antaño se han transformado en docilidad y comprensión, no siempre resulta sencillo. Ver a los abuelos jugando con sus nietos, trae a muchos recuerdos que se creían olvidados, y es que, con frecuencia los padres estaban tan ocupados que no tenían tiempo para jugar con sus hijos, algo que no es muy distinto de lo que ocurre en la actualidad.
Y, pese a que jugar es necesario para el desarrollo de cualquier niño, lo cierto es que la falta de tiempo que se experimenta hoy en día pone en riesgo un tiempo de juego imprescindible y necesario para cualquier niño, y por qué no, también para los adultos.
Dicen los expertos que la escasez de tiempo es uno de los grandes males de este siglo, algo que influye notablemente en la calidad de vida de todas las personas y también en las de su entorno. “El correr de un lado para otro se ha convertido en un modo de vida que en muchas ocasiones impide prestar la debida atención a lo que es verdaderamente importante. Son muchos los adultos mayores que se ven afectados por la falta de tiempo que sufren las personas de su entorno, acercándolos día tras día a una soledad que resulta sencillo mantener alejada acudiendo a un centro de día algunas horas” comentan desde Tabira Berri, residencia y centro de día en Durango.
Y es que, son muchos los mayores que no desean abandonar el hogar que guarda todos cuantos recuerdos conforman sus vidas y, sin embargo, estarían encantados de poder mantener una charla agradable, compartir una merienda, jugar a aquellos juegos que formaban parte de su infancia, disfrutar de actividades lúdicas, y lo que es más importante, recibir el cariño de personas que se encuentran en la misma situación que ellos.
Puede que algunos no sean plenamente conscientes del efecto que sus actos tienen en sus ascendentes y descendentes, pero lo cierto es que sea cual sea el comportamiento que uno tenga gestionando su tiempo, afectará, ya sea positiva o negativamente a todos ellos.
Aprender a gestionar el tiempo puede que sea de las cosas más importantes que uno debería aprender.
