La seguridad en el móvil se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los usuarios, especialmente ante el aumento de ataques dirigidos a aplicaciones bancarias, redes sociales y servicios de correo.
Aunque la mayoría conoce las recomendaciones básicas, existen ajustes y funciones menos visibles que pueden marcar la diferencia y blindar la información de miradas y gestos indiscretos.
Estos consejos, aplicables a cualquier sistema operativo, ayudan a reforzar la privacidad desde ángulos que pasan desapercibidos para la mayoría y ponen más complicado a quien busca aprovecharse.
¿Qué consejos recomiendan los expertos?
Aplicaciones bancarias: datos comprometidos
En el terreno de las aplicaciones bancarias, una medida poco extendida es activar el “anclaje” de pantalla, una función disponible en varios bancos que impide realizar capturas y bloquea la app si el dispositivo detecta mirroring.
Esta barrera evita que terceros puedan registrar información sensible incluso sin tener acceso físico al teléfono.
A ello se suma la posibilidad de usar teclados seguros integrados en algunas apps financieras, que desactivan el aprendizaje automático y el almacenamiento de pulsaciones, reduciendo así el riesgo de que las contraseñas queden registradas en historiales o bases de datos del dispositivo.
«Estos pequeños gestos blindan la posibilidad de que se pueda acceder y operar desde las aplicaciones. Es vital ser consciente de dónde se abren para también estar atento», explican.
Redes sociales: la identidad digital
Las redes sociales también concentran una buena parte de la exposición digital.
Crear listas restringidas de visibilidad, disponibles en plataformas como Instagram o Facebook, permite limitar quién ve publicaciones y stories, evitando que desconocidos rastreen ubicaciones, rutinas o estados de ánimo.
Además, muchos usuarios desconocen que pueden activar la revocación automática de permisos. Tanto Android como iOS pueden ofrecer opciones que permiten retirar accesos a cámara, micrófono o contactos cuando una app lleva tiempo sin usarse, evitando la recolección silenciosa de datos.
Un gesto para el mail: alias vinculados
En cuanto al correo electrónico, un hábito eficaz es recurrir a alias vinculados a la dirección principal.
Esta técnica permite separar compras, registros y suscripciones, detectando fácilmente qué servicios filtran datos o generan spam.
Por otro lado, activar el análisis avanzado de enlaces —disponible en Gmail, Outlook y otros servicios— añade una capa de protección al abrir URLs, ejecutándolas en un entorno aislado o mostrando alertas previas que reducen el riesgo de phishing, especialmente en pantallas pequeñas donde detectar fraudes es más difícil.
Un básico: polarización lateral
Finalmente, el uso de filtros de pantalla con polarización lateral ofrece una defensa física frente a miradas indiscretas en transporte público u oficinas.
A diferencia de los protectores oscurecedores tradicionales, estos modelos bloquean la visión desde ángulos incluso amplios sin reducir de forma drástica el brillo del dispositivo.
Además, pueden recortarse para adaptarse al diseño del móvil, permitiendo mantener el reconocimiento facial y la comodidad de uso.
