Pulsa «Intro» para saltar al contenido

Cómo proteger y salvar un décimo de lotería premiado

Cada semana, miles de españoles tientan a la suerte en los distintos sorteos. Sin embargo, pueden pasar muchas cosas con los boletos premiados…pero, sin que cunda el pánico, siempre hay opciones.

La posesión de un décimo de lotería es, en apariencia, algo que no conlleva nada. Sin embargo, cuando resulta premiado, ese pequeño papel se convierte en un título al portador con un valor económico real y, por tanto, merece especial cuidado. 

La integridad física del décimo es fundamental para poder cobrarlo sin contratiempos. Aunque la normativa no exige que el boleto esté impecable, sí es imprescindible que se pueda verificar su autenticidad y que no existan dudas sobre el número, la serie, la fracción o la identidad del legítimo propietario”, advierten de cara al sorteo más esperado del año los especialistas. 

Por ello, conocer qué hacer ante incidentes como roturas, manchas o humedad puede evitar dolores de cabeza en un momento en el que lo único deseable es celebrar.

¿Cómo proteger el décimo o participación?

La primera medida de protección consiste en conservar el décimo en un lugar seguro desde el momento de su adquisición para evitar accidentes innecesarios.

Resulta recomendable fotografiarlo o escanearlo por ambas caras, pues disponer de una copia puede servir para acreditar su tenencia en caso de pérdida, deterioro o disputa

Se recomienda, anotar el nombre del propietario en la parte posterior, especialmente cuando el décimo se comparte con familiares, amigos o compañeros de trabajo. Este gesto no afecta a la validez del boleto y sí ayuda a prevenir conflictos posteriores.

Si el décimo se rompe…

Si el décimo se rompe, la recuperación es viable siempre que todas las partes estén disponibles y el número sea perfectamente identificable. 

En estos casos, no debe intentarse reparar el boleto con celo o pegamentos, ya que podrían dificultar el análisis posterior. Lo más adecuado es introducir los fragmentos en un sobre transparente y acudir a una administración de Loterías y Apuestas del Estado

Desde allí se remitirá el décimo a la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) para su verificación. El proceso puede tardar varias semanas, ya que los técnicos deben reconstruir el boleto y confirmar que no existe manipulación fraudulenta. Si el dictamen es favorable, la entidad autorizará el pago por los cauces habituales.

Si el décimo se mancha…

Cuando el décimo se mancha —ya sea por tinta, comida, grasa o cualquier otra sustancia— la clave es evaluar si la información esencial sigue siendo legible. 

En la mayoría de los casos, una mancha superficial no invalida el título, pero conviene evitar frotar o intentar limpiar el papel, pues podría deteriorarse aún más. 

El procedimiento oficial es similar al de los décimos rotos: presentarlo en una administración para que sea enviado a la sede de SELAE. Allí se valorará si el boleto mantiene los elementos de verificación suficientes, como los códigos de barras y los elementos de seguridad integrados en el papel.

¿Y si se moja o lava?

Uno de los incidentes más frecuentes es el contacto con agua u otros líquidos. 

Un décimo mojado puede presentar deformaciones o pérdida de tinta si no se actúa con rapidez. 

Lo recomendable es dejarlo secar al aire, colocándolo sobre una superficie plana y evitando fuentes de calor directo que puedan dañarlo. 

Una vez seco, como en las otras ocasiones, si el número y la información relevante son visibles, normalmente no habrá inconveniente en cobrarlo. 

Si el deterioro es más severo y afecta a la lectura de datos, deberá seguirse el procedimiento de validación en SELAE. En caso de haber estado sumergido en agua durante un tiempo prolongado, el papel podría volverse extremadamente frágil, por lo que es necesario manipularlo con sumo cuidado.

Finalmente, ¿y si el décimo se prende?

También puede ocurrir que el décimo resulte parcialmente ilegible debido a quemaduras, arrugas extremas o roturas complejas. 

Estos casos, aunque menos habituales, no impiden necesariamente la recuperación del premio. 

La verificación dependerá de que se conserven los datos esenciales del boleto, especialmente los sistemas de seguridad incorporados por SELAE. 

Puesto que estas comprobaciones sólo pueden realizarse en laboratorio, la decisión final puede alargarse, pero si el análisis concluye que el décimo es auténtico, el premio será abonado al propietario acreditado.