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El mundo debe cerrar centrales de carbón 4,5 veces más rápido para frenar el cambio climático

– Según Global Energy Monitor

MADRID, 06 (SERVIMEDIA)

La humanidad debe cerrar centrales eléctricas de carbón unas 4,5 veces más rápido que ahora para cumplir el objetivo climático del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a entre 1,5 y 2 grados con respecto a los niveles preindustriales.

Así se recoge en el noveno estudio anual sobre centrales de carbón liderado por Global Energy Monitor, una organización con sede en San Francisco (Estados Unidos) dedicada analizar el panorama energético internacional relativo a proyectos de combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo) y su relación con el medio ambiente y el cambio climático.

El número de centrales de carbón en funcionamiento y previstas disminuyó el año pasado tanto en los países desarrollados como en las naciones en desarrollo, excluida China, a medida que se retiraban las centrales existentes y se cancelaban los proyectos previstos, según este informe.

Sin embargo, el ritmo de la retirada debe ser 4,5 veces más rápido -y deben dejar de construirse nuevas centrales de carbón- para que el mundo esté en condiciones de eliminar progresivamente la energía de carbón para 2040, como se exige para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.

El informe concluye que las retiradas de capacidad de centrales eléctricas de carbón alcanzaron el año pasado los 26 gigavatios (GW) y otros 25 GW tienen una fecha de cierre anunciada en 2030.

La cantidad de capacidad de carbón prevista en los países en desarrollo, excepto China, se redujo en 23 GW. Sin embargo, la de esta nación asiática aumentó en 126 GW, lo que compensó con creces los cambios en el resto del mundo.

Para cumplir con el Acuerdo de París, todas las plantas de carbón existentes deben retirarse en 2030 en los países más ricos y en 2040 en el resto del mundo, además de que no deben entrar en funcionamiento nuevas centrales. «Si bien la capacidad de energía de carbón recientemente propuesta ha disminuido significativamente, el mundo no está retirando las plantas de carbón existentes lo suficientemente rápido», apunta el informe.

La eliminación gradual de las centrales de carbón en funcionamiento para 2040 requeriría una media de 117 GW de retiradas al año, es decir, cuatro veces y media la capacidad retirada el año pasado.

«CAOS CLIMÁTICO»

Los países de la OCDE deben retirar una media de 60 GW anuales para cumplir el plazo de 2030, por 91 GW en los no pertenecientes a la esta organización para cumplir el plazo de 2040. Si se tienen en cuenta las centrales de carbón en construcción y en estudio (537 GW), los recortes serían aún mayores.

Después de que la UE retirara una cifra récord de 14,6 GW de capacidad de carbón en 2021, la crisis del gas y la invasión rusa de Ucrania provocaron una ralentización de las retiradas de carbón, con solo 2,2 GW retirados en el último año.

En general, se espera que los reinicios y las ampliaciones temporales se reduzcan en los próximos años y lo que parecía ser un pico en la capacidad de carbón solo añadió un 1% a la generación total de carbón de la UE en 2022.

«Cuantos más proyectos de carbón nuevos entren en funcionamiento, más pronunciados deben ser los recortes y los compromisos en el futuro», apuntó Flora Champenois, autora principal del informe y gerente de proyectos de Global Coal Plant Tracker de Global Energy Monitor.

Champenois agregó: «A este ritmo, la transición del carbón existente al nuevo no está ocurriendo lo suficientemente rápido como para evitar el caos climático. El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático) y la ONU han renovado la orden de marcha para reducir la energía del carbón a nivel mundial en lo que puede ser nuestra última oportunidad de evitar lo peor de los daños del calentamiento del planeta».

«El progreso en el retiro de las centrales eléctricas de carbón en los países ricos y la cancelación de nuevos proyectos de energía de carbón en los países en desarrollo, a pesar de la crisis del gas que sacudió los mercados energéticos mundiales en 2022, es alentador. Fuera de China, la respuesta a la crisis energética estuvo dominada por la inversión en energía limpia. Sin embargo, ese progreso debe acelerarse con urgencia», concluyó Lauri Myllyvirta, analista principal del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio, organización coautora del informe.